La penumbra es el medio en el que el artista invidente Pedro Miranda encuentra las imágenes que luego plasma en su producción plástica, de la cual se presentará una muestra a partir del 16 de enero en la Galería Espacio Alternativo del Centro Nacional de las Artes, bajo el título de La novia loca, nombre tomado a partir de una leyenda que circula en los pueblos del Valle Central de Oaxaca, su estado natal.

En entrevista realizada el 14 de enero, Miranda detalló que la serie de imágenes fue creada con la intención de provocar en el espectador la sensación de que está observando a un fantasma, “una imagen que sólo se capta con el rabillo del ojo”, señaló que para lograrlo empleó textiles de algodón, que él mismo tejió, sobre los cuales imprimió la imagen de una mujer vestida de novia en distintos escenarios naturales.

Para el personaje de la novia, empleó a una modelo vestida con un traje hecho de materiales reciclados, el cual se incluye en esta muestra, colocado al centro de la sala iluminado profusamente, mientras que las 10 fotografías que completan la muestra están colgadas en los muros del recinto casi en la oscuridad, para acentuar el efecto de que se está observando lo que quizá sea un fantasma.

Miranda agregó que cuando presentó este trabajo en la cuidad de Oaxaca hubo gran expectación por conocer su trabajo, pues se trató de la primera colección de obras gráficas creadas en la entidad que reúne estás técnicas, por lo que los comentarios fueron muy diversos, “incluso algunas personas dijeron que mi obra les provocaba cierta sensación rara, como ganas de vomitar”.

Para el artista esta idea proviene del efecto visual que provocan sus obras, pues al ser un autor invidente sus imágenes no poseen el mismo sentido estético que las creadas por un artista sin ese problema, “es decir, mis fotografías fueron creadas en la penumbra, así que al ser impresas ninguna de ellas es fácil de interpretar, de ver, porque la composición de colores y texturas, que en este caso son en blanco y negro, tienen un equilibro distinto”.

La idea de La novia loca proviene, dijo el autor, de la necesidad de expresar las técnicas que ha aprendido a dominar en los últimos años, en este caso la fotografía y los textiles, además de entrar en contacto con la rica veta artística que se encuentra en las historias y leyendas populares que circulan en Oaxaca.

En este caso, se trata de la leyenda que cuenta que unos novios se iban a casar pero justo en ese momento ocurrió un temblor y la iglesia se derrumbó, posteriormente comenzó a aparecer el fantasma de la novia, que sale del lugar para buscar consumar el amor que ese día se vio interrumpido por la tragedia.

“Las leyendas en Oaxaca son muy diversas y abundantes, así que imagino que será un tema recurrente en mi producción plástica, en la que piensa emplear también escultura y cerámica… pero el motivo será completamente distinto, no me puedo imaginar a La novia loca en una vasija por ejemplo; de preparar una nueva serie de obras con en ese formato, las referencias serán distintas, pero quizá sí, con un mismo origen".

Información: JRA

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