En el Fondo Bibliográfico de Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938-2010), los autores de la diversidad sexual dialogan con los pintores. Los liberales del siglo XIX se miran con los novelistas norteamericanos. Habitan lo mismo Oscar Wilde, que Francis Bacon, Renoir, los impresionistas y el muralismo mexicano en su mejor colección sobre pintura, escultura, arquitectura y fotografía, expresó el periodista Jenaro Villamil en el evento Presencia latente: Conversación acerca del Fondo Bibliográfico Monsiváis.

La biblioteca personal del ensayista Carlos Monsiváis es una ciudad de 97 edificios (libreros) diseñada por el arquitecto Javier Sánchez, donde el usuario es acompañado por las figuras de 59 gatos. Consta de aproximadamente 24 mil volúmenes, entre libros y folletos en distintos formatos y publicaciones periódicas que el cronista de la ciudad reunió a lo largo de su vida, que incluye literatura, cuento, teatro, novela y poesía, así como una importante colección de obras sobre cine, fotografía artística, arquitectura y ciencias sociales. 

El Fondo Bibliográfico del autor de Apokalipstick, abierto al público desde finales del año 2012, permite conocer las pasiones bibliográficas e intelectuales del escritor de quien se conmemoran tres años de su fallecimiento.

El ensayista, explicó Jenaro Villamil, se hizo de una biblioteca cuyos libros y materiales leía y releía. Era de uso continuo, pues no escribía ningún texto periodístico si no acudía a fuentes bibliográficas. 

Daniel Bañuelos, responsable de la biblioteca personal Carlos Monsiváis, comentó que dicho espacio es una auténtica ciudad en una crujía del siglo XVIII, en la que se observan elementos de la obra y vida del escritor.

“Carlos Monsiváis fue un intelectual que leyó y habló de minorías, ideas étnicas, sexuales y religiosas. Su colección contiene obras que abordan temas que actualmente se están discutiendo en el siglo XXI, como la tolerancia sexual y religiosa, la participación, la ecología, el narcotráfico, movimientos sociales e indígenas”.

Compartió que junto a un equipo de bibliotecarios se ha encontrado material interesante sobre diversidad sexual, una colección gatuna y obras sobre cine. Dijo que el orgullo de esta biblioteca personal no son los 97 libreros altos, ni los tapices de Francisco Toledo, sino la colección de 270 libros en los que Carlos Monsiváis tiene alguna participación en el prólogo, la introducción o el libro completo. 

“Uno de cada 15 libros que se prestan en esta biblioteca salen de este pequeño librero, me parece que con este dato se explica el por qué de las bibliotecas personales. No sólo Conaculta compró su colección, también compró sus pensamientos que ahí están”, destacó Daniel Bañuelos.

Agregó que el acervo de Monsiváis cuenta con 17 tomos de recortes periodísticos de entre los años 1966 y 2005. Mil 200 hojas tamaño cartulina con diferentes recortes que van desde artículos, columnas, notas, invitaciones, ponencias, fotografías y caricaturas. “Estos 17 volúmenes han sido el eje conductor del reacomodo de esta biblioteca porque muchas de esas notas que están ahí citan la otra valía de la biblioteca”.

El Fondo Bibliográfico Carlos Monsiváis, una biblioteca viva en opinión de Daniel Bañuelos, también resguarda más de 2 mil libros dedicados por sus autores a quien fuera director de suplementos culturales en los más importantes diarios y revistas de México.

“Yo no sé si otra biblioteca en el país pueda presumir que en estos libros hay cinco premios nobeles. 19 libros de Octavio Paz, 18 de Carlos Fuentes, 15 de Gabriel García Márquez, con lo que se da muestra de una amistad de lustros”.

La colección incluye cerca de 700 libros llamados fondo histórico, en los que hay “joyas” como el segundo volumen de la colección de códices prehispánicos reproducidos por Lord Klinsburg en el siglo XIX y que retoma los códices en posesión del Vaticano en esa época.

Daniel Bañuelos apuntó que la mitad de la biblioteca está integrada por literatura, misma que están catalogando en francesa, inglesa, mexicana, alemana, italiana e iberoamericana y agregó que el acomodo de los materiales no ha sido el tradicional. 

“Los usuarios son los que han dicho qué les interesa, estuvo por ejemplo el caso de la colección gatuna. Las primeras semanas llegó mucha gente preguntando por los libros sobre gatos que tenía Monsiváis”.

Jenaro Villamil detalló que Carlos Monsiváis tenía una técnica de lectura rápida. “En cuatro horas de insomnio leía 5 libros, sobre todo los de ensayo e investigación de ciencias sociales”.  

En el encuentro, con el que dio inicio el programa de actividades Carlos Monsiváis. Homenaje a tres años sin límite de tiempo, organizado por la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, a través del Programa Nacional Salas de Lectura y el Museo del Estanquillo; Jenaro Villamil compartió un diálogo que el periodista mantuvo con el autor de Días de guardar.

“Han pasado tres años sin vernos, pero he sabido mucho de ti. Sigues publicando con la misma intensidad que siempre. [..] Me invitaron a tu biblioteca, al entrar, extrañé que no estuviera el mismo mensaje que había en tu biblioteca de San Simón 62: ‘No dejes entrar a los gatitos’”.

“Es hermoso encontrar que los 24 mil volúmenes de tu acervo personal están dispuestos en un diseño realizado por el arquitecto Javier Sánchez. El creó un concepto íntimo y urbano, al mismo tiempo. Cada uno de los anaqueles ha sido dispuesto como si fuera un conjunto de multifamiliares que dialogan entre sí. Es tu propio Apokalipstick bibliográfico. Ahí están tus obsesiones, gustos y afinidades. Tu ciudad de los libros. Tu biblia personal. Cada uno es un habitante vivo, es un multifamiliar bibliográfico”.

El colaborador de la revista Proceso señaló que en el acervo se encuentra la mejor colección de textos de marxismo, del anarquismo y de los movimientos civiles desde los años cincuenta hasta principios del 2000 y se dijo impresionado de las dos largas torres que contienen  libros sobre cine y fotografía, donde manifiesta su pasión por los musicales, el cine negro de Hollywood y todo lo escrito sobre el cine mexicano que anticipó a la cultura popular contemporánea.

“Me comentan que el edifico más visitado es donde están tus propias obras. Deja de quejarte, sí te leen. Ojalá y estuviera ahí tu primera crónica a los 14 y tu última columna de Por mi madre bohemios. […] Hoy, este 19 de junio, en tu ciudad de los libros, todos somos más Carlos y más Monsiváis contigo”, puntualizó Jenaro Villamil.

El público en general puede visitar y adentrarse a la biblioteca personal de Carlos Monsiváis, ubicada en la Biblioteca de México José Vasconcelos, Plaza de la Ciudadela No. 4, col. Centro, de lunes a domingo de 9:30 a 18:00 horas.

Información: DAF

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