Remedios Varo  (Anglés, España, 16 de diciembre, 1908 - Ciudad de México, 8 de octubre, 1963), considerada una de las pintoras surrealistas más importantes, trasladaba sus sueños al lienzo y manifestaba recuerdos de su niñez, vivencias femeninas, la guerra, así como la búsqueda del conocimiento, la naturaleza, la ciencia, la religión y la filosofía.

“Pintó en la aparición, la desaparición. Raíces, follajes, rayos astrales, cabellos, pelos de la barba, espirales del sonido: hilos de muerte, hilos de vida, hilos de tiempo. La trama se teje y desteje: irreal lo que llamamos vida, irreal lo que llamamos muerte - sólo es real la tela. Remedios anti-Parca. Nos sorprende porque pintó sorprendida. Las formas buscan su forma, la forma busca su disolución”, escribió sobre la artista el Premio Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz.  

Este 8 de octubre se conmemoran 50 años del fallecimiento de María de los Remedios Varo Uranga, artista de origen español considerada una de las creadoras plásticas más importantes.

Remedios Varo nació el 16 de diciembre en España, fue hija del ingeniero hidráulico Rodrigo Varo y Zejalvo, y de Ignacia Uranga y Bergareche; se formó como artista en la Academia de San Fernando, en Madrid, España. A principios de la década de 1930 se mudó a Barcelona y más tarde, en compañía del poeta surrealista Benjamín Péret (1899-1959), se estableció en París, Francia, donde entró en contacto con André Breton (1896-1966), fundador y uno de los principales exponentes del surrealismo.

Una vez familiarizada con este movimiento se integró al grupo Logicofobista, “opuesto a la lógica”, que pretendía representar los estados mentales internos del alma utilizando formas sugerentes, o, como lo hacían con la escritura, “dejar fluir las caprichosas figuras amorfas”.

La escritora y pintora mexicana Magnolia Rivera, en conferencia realizada a inicios de este 2013, explicó que Remedios Varo se convirtió, con el paso del tiempo, en una maga de la ciencia y del arte, pero que también le interesaban las palabras y la música.

“El ejercicio de la pintura es un acto sagrado, un distanciamiento de lo mundano. Remedios Varo se valía con gran habilidad del anacronismo, es decir, de lo antiguo con lo moderno y de lo arcaico con lo contemporáneo, para crear una obra bastante singular e inconfundible”.

La ganadora del Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI en 2004, señaló que cada obra de Remedios Varo lanza a nuestra mente y pensamiento múltiples interpretaciones.

Comparando la obra de Varo con diversas fuentes bibliográficas, que van desde obras cabalísticas hasta psicológicas, Magnolia Rivera dijo que la artista tenía un plan, una estrategia temático-estructural, un firme diseño conceptual, al grado de que su idea pictórica ya era primigenia.

Al estallar la Guerra Civil Española en 1936, la artista salió de su país para refugiase en Francia, nación que también abandonó al declararse la Segunda Guerra Mundial, ahí fue detenida y enviada a un campo de concentración donde, con la ayuda del Comité para Rescates de Emergencia, salió para establecerse en México, país donde desarrolló casi toda su obra.

Ya en suelo mexicano (1940) se dedicó al diseño publicitario, restauración de objetos prehispánicos e incluso diseño de vestuario, disminuyendo en consecuencia su producción pictórica.

Tiempo después se separó de Péret y se trasladó a Venezuela donde permaneció hasta 1949. Sin embargo, en 1953, regresó a México, país en el que se reencontró de nuevo con la pintura y desarrolló un estilo personal. Tiempo después se encontró con el austriaco Walter Gruen, un exiliado que llegó a México en 1942.

En 1952 se convirtieron en pareja y Gruen la convenció de que se concentrara en pintar y le proporcionó la estabilidad económica necesaria para ello.

Con la pintora y escultora Leonora Carrington tuvo una entrañable amistad; a quien llamaba “mi alma gemela en el arte”. Ambas compartieron el mundo onírico, esa metáfora de sueños sin tiempo ni espacio. Sus viajes también fueron interiores; aglomeró las enseñanzas en su afán de manifestar el mundo que la rodeaba. Creó un cosmos pictórico lleno de imaginación y poesía, como los sueños de la niñez.

La autora de Vampiros vegetarianos  y La Revelación o el Relojero, falleció en 1963, a causa de un ataque cardiaco y cuando aún no cumplía 55 años de edad.

Actualmente, el Museo de Arte Moderno (MAM) exhibe la muestra Remedios Varo. La dimensión del pensamiento, en diálogo con una selección de libros y textos de la biblioteca de la artista, agrupados en distintas categorías: la filosofía, con autores como Novalis; el ocultismo y el esoterismo, con textos de Gurdjieff, Katherine Mansfield y Dion Fortune; la novela histórica, la poesía, la literatura fantástica y la ciencia ficción, esta última relacionada también con la ciencia y la alquimia, temas que fueron fundamentales en su quehacer artístico.

La muestra que se realiza en conmemoración de los 50 años de su muerte exhibe casi la totalidad de las obras que conforman la colección del Museo de Arte Moderno, donada por Walter Gruen y Ana Alexandra Varsoviano en 2002.

Información: DAF

Documentos

Descarga el PDF Kit de prensa