Como un “ordenamiento circular”  de lo que ha sido su evolución en las artes plásticas, desde 1974 hasta 2014, definió Alberto Castro Leñero al libro Ciclo, que reúne uno de los más amplios catálogos de piezas fundamentales de su trayectoria pictórica y escultórica, además de fotografías, ensayos y textos en torno a su visión del mundo, los trazos, las formas, texturas y simbolismos.

     “Este libro surgió de la necesidad de que mis obras logren crear una especie de estructura, a pesar de que fueron hechas en distintas épocas, y lograr establecer conjuntos y cadenas entre ellas… es decir una especie de camino hacia mis emociones”, afirmó Castro Leñero la tarde del jueves 27 de febrero, en la Galería de Rectores, del Palacio de Minería.

     Acompañado por David Huerta, Salvador Gallardo Cabrera y Alfredo Valencia, Alberto Castro Leñero consideró que los materiales reunidos en Ciclo, editado por la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, muestran una congruencia con lo que ha significado su búsqueda artística.

     “Es un libro para comunicarme con el público, también con el lector y que me da la opción de establecer círculos creativos, ordenamientos orgánicos e incluso geométricos dentro de mi biografía creativa en la pintura y escultura”.

     Añadió: “además de un puente con quienes miran mi trabajo, creo que los textos y piezas aquí contenidos invitan a una nueva percepción y da cause a esos demonios erotismo, cosmos, amor e incluso violencia”.

     David Huerta dijo que este libro es algo que cierra un ciclo y a la vez comienza otro en la vida de Alberto Castro Leñero, pero mostrando su evolución, que ha dado a menudo muchas vueltas de timón, pasando de la pintura a la que llamaba volumétrica, a las obras realizadas por capas.

     “Siempre me han impresionado también sus figuras humanas. Ahora parece haber una especie de destierro, pero no estoy seguro que esto sea así también con la figura humana, y también eso se testimonia en Ciclo”.

     Huerta comentó que este texto es un testimonio de un “trabajo bárbaro” a lo largo de 30 años, dejando en claro el gusto que tiene Alberto Castro Leñero por crear series.

     “No todos los artistas trabajan así, no todos los escritores, cineastas, bailarines, pero él si trabaja las series, en ellas habla continuamente de lo que está adentro, de lo que va de adentro hacia fuera, de esa presencia de la energía interna que se manifiesta en una secuencia, en una proyección múltiple”.

    Salvador Gallardo Cabrera afirmó que con este libro Alberto Castro Leñero está demostrando que el pasado no es homogéneo y vacío como lo suponemos, obsequiándonos en cada página una bella lección para retenerlo.

     “No obstante, tampoco es una recapitulación, porque se trata de un cambio de tono, de sentido o de percepción. Pero también hay una rima oculta dentro de una estructura de acordeón y de transformación”.

     Gallardo Cabrera elogió la capacidad de Castro Leñero para abundar en nuevos territorios, reuniendo en las secciones de este libro diversas muestras de sus exploraciones con escultura dibujadas, fotografías cruzadas con los trayectos de las personas y con los poemas de los autores que participaron como David Huerta o Jaime Moreno Villareal.

     “El libro de Alberto Castro Leñero es una espiral, es una obra que al recorrerla no tiene un sentido cronológico o una antología, fue un proyecto para reunir los trabajos y los días de un excelente artista”.

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