Voces de personajes históricos de México, narraciones y crónicas de acontecimientos relevantes, sonidos de la naturaleza, de ambientes rurales y urbanos, testimonios de lenguas nativas, escenificaciones dramáticas, oficios en peligro de desaparecer, y música de todo tipo es sólo parte del material que la Fonoteca Nacional ha rescatado, preservado y puesto a disposición del público mexicano.

La institución abrió sus puertas el 10 de diciembre de 2008, en la Casa Alvarado, en Francisco Sosa No. 383, en Coyoacán, teniendo cinco actividades prioritarias: Rescatar y preservar el patrimonio sonoro del país; dar a conocer el acervo sonoro que resguarda; realizar actividades académicas, artísticas y culturales relacionadas con el sonido; fomentar una cultura de la escucha entre la población y estimular la creación y experimentación artística sonora.

El proyecto de creación se remonta al año 2001, cuando fue incluido en el Programa Nacional de Cultura 2000-2006; pasaron ocho años hasta la inauguración del espacio público, tiempo en el que se concibió el concepto y cómo tenía que ser la Fonoteca Nacional de México.

Para Lidia Camacho, una de las fundadoras de la institución y actual directora, el que un país cuente con una Fonoteca es tener conciencia de la importancia del patrimonio sonoro, y recordó en entrevista para Conaculta que tras haber visitado varias fonotecas en el mundo se dio cuenta que había un factor que era fundamental y que no tenían en su mayoría: el acceso al patrimonio.

La directora indicó que la creación de la Fonoteca Nacional llegó en un momento en el que el desarrollo de la tecnología era ya un parteaguas, aprendiéndose de la experiencia de las diferentes fonotecas en el mundo.

Actualmente la Fonoteca Nacional de México cuenta con 426 mil soportes sonoros que están conservados en sus  bóvedas, que van desde cilindros de cera, cintas de carrete abierto, discos analógicos, disco compactos, casettes, dats, mini disc, mismos que están inventariados.

“No tenemos la capacidad para catalogar los soportes tan rápidamente como quisiéramos, hemos catalogado 360 mil documentos, cifra más o menos importante, y digitalizado alrededor de 65 mil horas, (esto en cinco categorías: medios digitales, música, paisaje sonoro, radio y voz); desarrollando una serie de catálogos que también están en la página de Internet, y que sirven para atraer al público”, expresó Lidia Camacho.

Para el periodista Jaime Almeida, la Fonoteca Nacional tiene una importancia comparable con la Biblioteca Nacional, la Filmoteca de la UNAM o la Fototeca, pues es la institución dedicada a preservar lo que la sociedad ha sido en términos sonoros.

“Así como hay fotografías, películas, periódicos, la vida también tiene un sonido que requiere preservarse. En los cinco años que tiene de existencia la Fonoteca Nacional se ha realizado una labor extraordinaria. La captura de documentos ha sido enorme, es un patrimonio sorprendente, no solamente en el aspecto musical, porque muchas veces se piensa que una Fonoteca está albergando sólo música, es importante que se sepa se conservan otros sonidos igualmente vitales, como pueden ser las voces de los personajes de nuestra historia.

“Los sonidos de México trascienden el ámbito meramente artístico, también penetran el ámbito social, político, y científico, por eso la Fonoteca Nacional de México es una institución vital para nuestra memoria social”, aseguró Jaime Almeida.

La Audioteca Octavio Paz, es el lugar donde a través de 15 equipos de cómputo, investigadores, docentes, estudiantes y público en general  puede consultar y tener acceso a los archivos sonoros que la Fonoteca Nacional ha catalogado y digitalizado.

En el sistema de la audioteca se puede tener acceso a las poco más de 150 colecciones provenientes de  instituciones públicas y coleccionistas privados, donde se puede escuchar música de concierto, música tradicional y popular mexicana, grabaciones históricas, programas radiofónicos, comerciales, literatura en voz de sus autores, paisaje sonoro, jazz, música contemporánea y experimental, así como periodismo sonoro.

Lidia Camacho comentó que entre las colecciones destaca el acervo de la XEW, el cual contiene alrededor de 145 mil soportes sonoros de muy diversa índole. “Están las radionovelas que fueron en un momento dado la educación sentimental de los mexicanos, programas de carácter cómico, entrevistas, programas musicales, para niños, noticiosos, etcétera”.

Destacó que otro de los acervos de enorme valor es el de Radio Universidad, institución, dijo,  referente en el ámbito cultural y universitario en todo el país. “Aquí tenemos programas como radioteatros, radionovelas adaptadas de novelas clásicas o mexicanas. Por sus micrófonos han pasado intelectuales, historiadores, dramaturgos, la cultura de nuestro país”, destacó.

Lidia Camacho, quien fue de 2000 a 2007 directora general de Radio Educación, mencionó que coleccionistas privados, que a lo largo de muchos años han formado su propio acervo, al ver que la Fonoteca Nacional cuenta con todas las condiciones para preservar sus acervos, han venido a depositarlos, como el archivo de El Bachiller Álvaro Gálvez y Fuentes, “que será una joya que engalanará a la Fonoteca con 15 mil documentos sonoros”, dio a conocer Lidia Camacho.

Otras de las colecciones que alberga la Fonoteca Nacional son las del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Instituto Mexicano de la Radio, la Dirección General del Virreinato, Juan José Arreola, Radio 620, Centro de Estudios Económicos, Instituto Nacional de Antropología, la Dirección de Radio y Televisión, la Embajada de Francia, el Museo de Arte Moderno, Alvar y Carmen Carrillo, Cineteca Nacional, Gustavo García, Filmoteca de la UNAM,  Eugenio Toussaint, Carmen Aristegui, Elena Poniatowska, Fundación Gurrola, Froylán López Narváez, Humberto Musacchio, Casa del Lago, Pepe Romay, Manuel María Ponce, Julián Carrillo, Festival Internacional Cervantino, Blas Galindo, Dirección General de Literatura, Ricardo Bravo, Eduardo Mata, Juan Arturo Brennan, Alberto Zuckermann, Luis Herrera de la Fuente, Pável Granados, Salvador “Chava” Flores, entre muchos otros.

Basado en sus colecciones la Fonoteca Nacional ha armado una serie de catálogos, como el de música de concierto mexicana, jazz, del bolero en México, música popular y tradicional.

Lidia Camacho, también miembro del Comité Mexicano Memoria del Mundo de la UNESCO, indicó que para que la gente se acerque y consulte la audioteca se ha trabajado en diferentes vías y actividades como las sesiones de escucha, donde se dan cita expertos que dan al público los contextos de algún documento, como radionovelas, programas musicales, jazz, entrevistas, material para niños. “Somos bastante eclécticos porque obviamente queremos llegar a todo público”, indicó la directora de la Casa de los Sonidos.

Otras de las actividades artísticas, académicas y culturales que se ofrecen en la Fonoteca Nacional son conciertos, exposiciones e instalaciones sonoras, cursos, talleres y seminarios, así como caminatas sonoras, recorridos en silencio por diferentes sitios con el objetivo de escuchar bajo la guía de un especialista que enseña a reconocer las sonoridades circundantes y rodadas sonoras, que comparte el mismo objetivo que las caminatas, pero cuyos recorridos se realizan en bicicleta.

“En la Fonoteca se puede dar cuenta de la importancia y el valor que tienen los acervos a lo largo de la historia. Por ejemplo, tenemos uno de los archivos más antiguos de Octavio Paz, grabada de manera casera, donde el Nobel lee su poema Niña, se escucha mal, pero te das cuenta de la importancia que tiene el documento”, detalló Lidia Camacho.

Abundó en que la Fonoteca ha realizado un fuerte trabajo en su página web (http://www.fonotecanacional.org.mx/) como la creación de cinco estaciones de radio por internet: Arte sonoro iberoamericano, Música de concierto, Jazz en México, Música Mexicana de concierto, y la Estación violenta, la cual presenta una selección de archivos sonoros relacionados con el legado literario de Octavio Paz, misma que podrá escucharse  todo el año, las 24 horas.

“Ya son cinco estaciones de radio por Internet que se pueden consultar en la web y aplicaciones móviles, es así que el público si no puede venir, puede encontrar estas propuestas y escuchar la trasmisión vía streaming de muchos de nuestros eventos”.

Lidia Camacho agregó que también se ha realizado un importante trabajo en redes sociales como Facebook y Twitter, a través de las cuales se presentan sonidos de diversa índole, datos, efemérides y notas informativas.

“Tenemos una red social bastante activa y eso va generando ese acercamiento a la institución que está trabajando para que el público lo note y encuentre en este espacio un lugar en donde puede venir a consultar todo tipo de material que si acaso no está digitalizado nos lo puede hacer saber y nosotros lo ponemos en las prioridades para ser digitalizado”, explicó.

En el sentido de la consulta del acervo, Jaime Almeida dijo que el simple hecho de que los documentos estén digitalizados no es ninguna garantía de que la gente los va a ir a buscar. “Generalmente la gente acude a buscar algo que ya ha sido expuesto, que ya conoce, que sabe que existe, nadie va a ir a buscar lo que no sabe que existe, por lo tanto otro brazo grande de la Fonoteca es a través de sus actividades enterar a la sociedad mexicana que existen registros y documentos sonoros”.

Lidia Camacho indicó que desde los inicios de la Fonoteca Nacional se intentó involucrar a todas aquellas instituciones que de manera general han generado acervos sonoros.

“La radio es una de las instituciones que más acervos ha generado, si bien no en los primeros años porque era un medio instantáneo, la fugacidad que se decía al aire muy pocas cosas se iban grabando, archivando, aún no se le daba un valor al archivo sonoro, ahora es una fuente de referencia de carácter cultural e histórico, de manera que estas instituciones fueron como las primeras instancias que tocamos para ir conformando el acervo sonoro del país”, refirió.

En la entrevista, Lidia Camacho expuso que la Fonoteca Nacional es en realidad una recién nacida (comparada con la más antigua en el mundo de 110 años) pero que a pesar de su corta edad ha generado toda una serie de reflexiones en torno a lo que es el cuidado e importancia del patrimonio sonoro en una sociedad.

“Somos la única Fonoteca en América Latina, misma que ha creado un precedente, siendo una referencia prácticamente obligada en todos los países latinoamericanos”.

 

Retos y acciones actuales

Lidia Camacho comentó, que además de realizar la labor titánica de clasificar, catalogar y digitalizar, por otra parte la Fonoteca debe mirar el presente y hacia el futuro.

“Hoy día prácticamente todo proviene de la tecnología digital y eso también conlleva muchos retos, uno de ellos es cómo ir incrementando el acervo de manera interesante, que contemos con archivos sonoros que den cuenta de la vida cultural, histórica y política del país; reflexionar sobre los formatos digitales actuales y en el cómo generar una política de integración de archivos que ya vienen en soportes digitales, porque pareciera que al estar en un soporte digital es más sencillo, pero hay que también tener mucho cuidado con los diferentes parámetros”, explicó.

La titular de la Fonoteca Nacional, desde enero de 2013, mencionó que uno de los retos más importantes de su administración es que el material que ya tiene digitalizado la institución llegue a todo el país y el público tenga acceso. 

“Este año 2014 buscamos y queremos por lo menos tener 100 estaciones en diferentes partes del país. Tenemos tres prototipos digamos de Fonoteca, por ejemplo la de Ciudad Juárez que es un espacio destinado a ser la Fonoteca del Paso del Norte, ubicada en la Ex Garita de Metales. Vamos a hacer toda una instalación con diferentes terminales, salas de escucha, para crear ahí una réplica de la Fonoteca donde se tendría todos nuestros materiales digitalizados, que podrán estar al servicio del público de Chihuahua”.

Se refirió a la Red de Fonotecas virtuales, plataforma tecnológica creada por la Fonoteca Nacional que permite la difusión del acervo de la institución a través de módulos ubicados en diversas instituciones de cultura del país. Cada fonoteca virtual cuenta con una o más estaciones de escucha, gracias a las cuales los usuarios pueden consultar y escuchar completos los audios que la Fonoteca Nacional ya ha inventariado, catalogado y digitalizado.

Hasta el momento se encuentran en funcionamiento 36 fonotecas virtuales distribuidas en 17 estados de la República Mexicana: Baja California, Chiapas, Chihuahua, Distrito Federal, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.

Cualquier institución cultural o educativa puede solicitar la instalación de una fonoteca virtual. Para contar con una de estas estaciones sólo se requiere una computadora, audífonos y conexión a internet. Si no se contara con esa conexión, la Fonoteca Nacional puede instalar una amplia selección de su acervo, gracias a un desarrollo informático propio.

“Para nosotros es muy importante llevar este proyecto a toda la frontera norte, ya entablamos comunicación con El Colegio de la Frontera Norte. La idea está en que haya por lo menos una terminal en todas las bibliotecas de la red de bibliotecas y también en las bibliotecas universitarias que cuenten con la tecnología”, informó Lidia Camacho.

Otra acción de difusión del acervo es que en tabletas electrónicas, cerca de 720 mil, que va a entregar la Secretaría de Educación Pública, estará instalada la aplicación de la Fonoteca itinerante, la cual no requiere de conexión. “Estoy segura que este proyecto será de enorme utilidad en el sentido de sensibilizar a los niños  en el tema del sonido; hoy lo visual impera sobre lo sonoro y para los papás y sus hijos será algo muy novedoso”.

Para la titular de la Casa de los Sonidos, en los cinco años de existencia la Fonoteca Nacional ésta se ha dado a la tarea de generar muchas actividades. “El sonido quizá ha sido lo menos importante y olvidado en nuestra cultura, pero ya una vez conscientes del valor de este documento tenemos una tarea muy importante a desarrollar: el concientizar a un mayor número de personas de la importancia de este patrimonio”, puntualizó Lidia Camacho.

Junto a la Audioteca Octavio Paz, los visitantes o usuarios también pueden consultar la Biblioteca Salvador Novo, que alberga 700 títulos, alrededor de 2 mil 500 ejemplares, y cerca de 200 dvd’s, donde el usuario también puede investigar el origen de un género musical y sus principales exponentes.

El horario de atención de la Audioteca es de lunes a sábado, de 9:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00 horas, ubicada en la Casa Alvarado, Francisco Sosa No. 383, Coyoacán.

Información: DAF

Documentos

Descarga el PDF Kit de prensa