La compañía Marionetas de la Esquina lleva a escena en versión para títeres el clásico cuento de La Bella Durmiente de los hermanos Grimm, que iniciará temporada este domingo 15 de junio en el Centro Cultural Helénico. La puesta, dice la dramaturga autora la adaptación, plantea la visión que tendrían los niños de esa historia.

"Casi todos los cuentos de hadas fueron creados para prevenir a los niños y niñas de los peligros, por ejemplo, Caperucita Roja, era un mensaje para decirle a las niñas que se cuidaran cuando salieran solas y luego se volvió una leyenda popular", comentó la directora de Marionetas de la Esquina, Lourdes Gay.

Sin embargo, la titiritera consideró que las historias se perciben desde el punto de vista de los adultos, por lo que en esta versión a cargo de la dramaturga Amaranta Leyva se tiene la visión de los niños para abordar el tema de la sobreprotección.

"Aquí conocemos la infancia y preadolescencia de la Bella Durmiente. Es la historia de una niña sobreprotegida y, por otro lado, un niño, hijo de la nana de la princesa, que se siente solo porque su mamá trabaja todo el día".

Es en este sueño donde cae la princesa que resuelve algunos de sus problemas al darse cuenta de lo sucedido y la forma como el maleficio también alcanza al niño.

El espectáculo combina la narración de dos actores en el papel de unos padres que intentan hacer dormir a su hijo al contarle dos versiones sobre una princesa, mientras el escenario es tomado por un grupo de títeres de varilla que darán vida a las historias contadas y sueños del niño.

En el montaje participan Rafael Quijano, Amaranta Leyva, Priscila Morales, Laura Hernández y Humberto Camacho. El diseño de vestuario y escenográfico está a cargo de Edyta Rzewuska, mientras que la música original es de Simón Bellefleur.

"Tenemos mucha variedad de técnicas y posibilidades escénicas. Títeres de mesa que se manipulan sobre unas mesas y una segunda parte en la que aparecen títeres con varilla que vuelan al estar en un ambiente onírico", dijo Emiliano Leyva, encargado de la multimedia, animación y diseño de luces.

Destacó que la multimedia se convierte en otro personaje con una pantalla ubicada en la parte de atrás y en los muros negros alrededor del escenario en donde se observan cinco mesas escalonadas.

Con 20 años de experiencia en teatro de títeres, mencionó que además de la escenografía, es fundamental el cuidado de la iluminación en este tipo de montajes.

"Un títere tiene muchos competidores en escena, como es más chico, la luz le permite delimitar su espacio escénico; si lo ves iluminado crece por un efecto visual. No se pueden poner ni escenografías o vestuarios muy coloridos".

En cuanto a la trama, consideró que la obra tiene dos líneas discursivas: una dirigida a los niños y otra a los papás, quienes en ocasiones por sus propios miedos llenan de inseguridades a sus hijos.

"Los niños son muy inteligentes, son como esponjas y entienden perfectamente lo que pasa, por eso la obra también es una forma de ayudarlos a vencer sus miedos".

Y agregó: "Cada vez vemos obras de teatro en la que los niños no son simplemente espectadores que reciben la información, sino que participan y los entendemos".

Para la dramaturga Amaranta Leyva hacer teatro infantil es una manera de platicar con ellos y hacer preguntas y reflexiones que se pueden compartir con los padres.

La autora busca con esta propuesta que los pequeños se identifiquen con los personajes, ya sea el de la niña sobreprotegida o el niño abandonado, para así generar un diálogo.

Para la integrante de Marionetas de la Esquina desde 1989 y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca, la inocencia no se pierde y aunque cueste más trabajo comunicarse con los infantes, consiguen adentrarse en las obras mediante temáticas más complejas.

"Antes, la forma de acercarse a los niños era didáctica, pero no consideraban que podían ser un público que explorara en el teatro asuntos profundos. Ahora el creador adulto se está atreviendo a tocar temas que antes eran tabú, a crear trabajos más complejos y generar mayor interés en los niños al decirles más cosas".

En ese sentido, Lourdes Pérez Gay recordó que esta versión de la Bella Durmiente fue hecha a petición del John F. Kennedy Center for the Performing Arts, recinto cultural ubicado en Washington, donde se estrenó en febrero de 2013 con el fin de mostrar y analizar más los sentimientos de los niños.

"La idea y construcción de los personajes fueron creados a partir del inglés, también hicimos presentaciones en español y recorrimos distintas ciudades y festivales en Estados Unidos. Es difícil trabajar en otro idioma, los actores fueron muy valientes, profesionales y entregados, y eso se notó en la puesta en escena".

En octubre la compañía Marionetas de la Esquina también presentará esta obra en el Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris", por lo que ya prepara algunas sorpresas y una propuesta diferente al formato de teatro convencional, pues se trata de un espacio de mayores dimensiones.

Desde hace 40 años la agrupación se ha propuesto contribuir con todas sus capacidades a difundir y elevar el arte del títere con una colección de alrededor de 400 títeres, muñecos y monigotes de uno de sus fundadores, el titiritero Lucio Espíndola.

De acuerdo con la fundadora de la agrupación, en la actualidad ha crecido la calidad en el teatro de títeres en México, de ahí que exista la preocupación de montar espectáculos no sólo con calidad en la puesta en escena, sino también en la dramaturgia.

"Creo que es un arte que conecta con las emociones del público y si lo haces vas a lograr seres humanos con capacidad de análisis, sensibilidad y, sobre todo, amantes de la cultura. Esa será la ganancia maravillosa cuando haces un buen teatro".

De 2004 a 2012, Marionetas de la Esquina fue reconocida por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes como compañía de calidad y trayectoria en México a través de la beca Compañías con trayectoria, y en 2012 recibió la Medalla Rosete Aranda por su labor.

Además de giras y presentaciones de sus montajes, se enfrenta ante un nuevo reto: El Centro Cultural La Titería. Con 45 por ciento de avance en su construcción se convertirá en el primer espacio de artes escénicas para niños y niñas sobre un terreno de casi mil metros cuadrados ubicado en la calle de Guerrero 7 en la colonia Carmen Coyoacán.

Hasta el momento, desde estas instalaciones, Marionetas de la Esquina presenta espectáculos todos los fines de semana con su repertorio y compañías seleccionadas por convocatoria en una carpa que incluye talleres, donde los pequeños pueden jugar, dibujar, platicar entre ellos, interactuar y compartir aspectos a partir de lo que ven en el escenario.

El sueño de la Bella Durmiente se presentará todos los domingos a las 13:00 horas hasta el 7 de septiembre en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico, avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn. Localidades: $100.

Información: CGP

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