Con una comedia de humor negro, Guantanamera (Cuba-España-Alemania, 1995) cuya historia podría parecer absurda –al igual que muchas de las cosas que pasan en Cuba y que son totalmente reales– como lo expresó la actriz Mirtha Ibarra, dio inicio la Retrospectiva Tomás Gutiérrez Alea en la Cineteca Nacional, con la que se recuerda la trayectoria de este director emblemático del quehacer cinematográfico del país caribeño.

Desde este viernes 25 de julio y hasta al 6 de agosto se presenta esta selección que exhibe 17 filmes del importante referente cubano de la cinematografía, entre los que se encuentran cortos y largometrajes, de los más de 20 que dirigió a lo largo de su trayectoria.

Durante la inauguración de la retrospectiva estuvieron presentes su viuda, Mirtha Ibarra, coprotagonista del filme inaugural, y la actriz Idalmis del Risco, también parte del elenco del filme que recrea una época difícil para la sociedad cubana.

Ambas actrices se refirieron al director y guionista, también conocido como Titón como uno de los más críticos y honestos de los realizadores cubanos, cuyas obras siempre hacían una aguda crítica a los defectos del sistema político y social cubano, a través del retrato de su sociedad.

Su viuda resaltó que fue un creador feliz, que hasta sus últimos días hizo lo que quiso respecto a su obra, sin sentir jamás censura o algún tipo de influencia en sus realizaciones. Y fue por eso que se consolidó como uno de los más grandes, pues a través de sus piezas fue capaz de transformar la mentalidad de la gente, la forma de pensar y siempre dejaba en la cabeza de quienes veían sus filmes un tema para reflexionar.

Asimismo, Idalmis del Risco, dijo que como director era muy sensible y siempre estaba abierto a las propuestas de los actores, y lo ejemplificó relatando la filmación de la pieza de arranque, en la que ella misma propuso la modificación de un par de diálogos. Por ello, reconoció que trabajar con él fue una de sus grandes experiencias por lo mucho que aprendió profesionalmente.

Tomás Gutiérrez Alea no sólo legó sus películas sino que otra de sus principales aportaciones fue la conformación –junto con otros colegas– del Movimiento de Nuevo Cine Latinoamericano (Cine Libre o Cine Imperfecto), el cual proponía el uso del séptimo arte como herramienta para el cambio social y político.

La muestra, incluye lo mejor de su realización cinematográfica, desde su primer largometraje Historias de la Revolución (Cuba, 1960), hasta su último trabajo, pieza con la arrancó el ciclo la noche del viernes; así como filmes que marcaron su transitar de lo épico a lo íntimo y a la sátira crítica, como Las doce sillas(Cuba, 1962), La muerte de un burócrata (Cuba, 1966) y Memorias del subdesarrollo (Cuba, 1968).

Durante su vida, Gutiérrez Alea se desarrolló en diversos campos laborales como la escritura, el derecho, el servicio público e incluso fue corresponsal de guerra, lo que le mereció múltiples homenajes a lo largo de su vida y reconocimientos como personalidad relevante de la vida cultural cubana.

Entre las distinciones que se le otorgaron destaca la Medalla Conmemorativa Victoria de Playa Girón, del Consejo de Estado de la República de Cuba en 1982, y el Premio de la Crítica Cubana a su libro Dialéctica del Espectador, en 1983, entre otros.

Su legado cinematográfico le valió más de 30 premios y nominaciones a nivel internacional, en los más destacados eventos cinematográficos como la Berlinale, Cannes, Sundance, y los festivales internacionales de Venecia, Sao Paulo, Moscú, la Habana y Chicago, entre muchos otros.

Titón se convirtió en el primer cineastas cubano en ser nominado en 1995 a un Premio Oscar de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood, en la categoría de Mejor Película Extranjera, por Fresa y chocolate (Cuba-México-España, 1993). El filme, incluido en la programación de la retrospectiva y realizado junto a Juan Carlos Tabío, marcó un hito en el cine de la isla, pues cambió la forma de pensar de la sociedad hacia la homosexualidad, que era abiertamente rechazada y marginada.

Para dar cuenta de su importante legado, la selección también incluye Cumbite (Cuba, 1964), Una pelea cubana contra los demonios (Cuba, 1971), La última cena (Cuba, 1976), Los sobrevivientes (Cuba, 1978),Hasta cierto punto (Cuba, 1983), Cartas del parque (Cuba-España, 1988), De cierta manera (Cuba, 1974),Contigo a la distancia (Cuba, 1991), Esta tierra nuestra (Cuba, 1959), El mégano (Cuba, 1955), Muerte al invasor (Cuba, 1961).

La Retrospectiva Tomás Gutiérrez Alea se lleva a cabo del 25 de julio al 6 de agosto, en la Sala 8, Hermanos Rodríguez de la Cineteca Nacional, todos los días (excepto lunes), a las 20:00 horas.  Consultar cartelera en www.cinetecanacional.net

Información: NAM

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