David Camorlinga Tagle transmite a través de la escultura lo que quiere, para ello se cuestiona en qué consiste y cómo siente esa emoción que quiere transmitir, para encontrar la manera de representarla “eso es lo mágico de la escultura”, aseguró en entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

El artista plástico de 31 años de edad, quien tiene como fuente de su trabajo a la naturaleza, la gente y la observación, presentará en La Academia de San Carlos de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México su más reciente exposición La rúbrica del ánima, integrada por aproximadamente 25 piezas de diferentes formatos.

“Para mí es un honor exponer en la Academia de San Carlos porque estudié en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, tuve grandes maestros que me decían que habían estudiado en San Carlos, quienes me enseñaron el trazo, el dibujo y me hablaron de este lugar que antes de ser una escuela de artes plásticas lo fue de arquitectos mexicanos, donde estuvieron Pedro Ramírez Vázquez y Mario Pani”.

El artista explicó que con su muestra escultórica busca sensibilizar al espectador. “Todas mis piezas tienen alma, emoción, sentimientos, un cariño, una cuestión intrínseca. Casi todas son figuras asimétricas pero sí tienen un eje de simetría que genera un movimiento en la pieza, que hace que siga desdoblándose”, indicó.

Compartió que una de las piezas que integra la exposición es Vacivus (Vacío) (resina y concreto), la cual espera que la gente quiera tocar, sentir, acariciar y se olvide un rato de su teléfono.  “Hoy en día los seres humanos vivimos en nuestro celular, estamos comiendo, tenemos 20 personas al lado y seguimos con el celular, nuestra sensibilización ahora es con el screen touch”.

Apuntó que con La rúbrica del ánima su objetivo es que la gente vea un alma en las esculturas. “Hoy día hay muchos escultores que hacen cosas padres, pero nada más eso, yo soy de la idea de que hay que hacer algo que tenga alma, movimiento”.

Otras de las obras que los espectadores podrán apreciar en la muestra escultórica es Susurro del mar, expuesta el año pasado en la edición 41 del Festival Internacional Cervantino; así como las piezas GuerreroPlumasElefanteSerpienteRenacer, varias con las que se simboliza la geometría.

Agregó que en la muestra habrá dos piezas de cobre pulidas: Trascender, “que es parecido a una escalerita” y Cubo^3. “Espero que el público se acerque a verlas y vea qué les transmite el cobre; cada pieza en su pureza se ve diferente y el mismo material busca trasmitir algo.

También se podrá observar la pieza Guerrero, un hombre que se está levantando y que estará colocada de tal forma que parezca que mira a la obra Vacivus, la cual simula estar encorvada, ensimismada, y pensativa”.

David Camorlinga, quien tiene una amplia formación académica, ha visitado diferentes lugares del mundo, como: Italia, Francia, Inglaterra, España, Nueva York, Chicago, Canadá, e India, en donde ha estado en museos y aprendido de las culturas su sincretismo; quiere con esta muestra decirle gracias a quienes fueron sus maestros, y que los espectadores vivan y sientan la exposición.

Sobre su proceso creativo, el joven arquitecto dijo que cada persona tiene sus propias ideas y que en su caso particular con la escultura hace que cobren sentido. “Las ideas se tienen en la cabeza y llega un momento en el cual cuadran, ahora como artista estoy involucrado con esta forma en que el mundo te va integrando. Yo creo sentándome un rato a investigar, en definir cómo veo una idea o la imagino”.

El artista asegura que la escultura lo escogió a él, explicó que hace este arte visual porque transmite lo que quiere y lo deja como quiere. “Si tú te imaginas una línea, esa misma línea se puede traer a la vida, sólo se piensa cómo se va a transportar, a qué materiales, y se deja la escultura como uno quiere”.

David Camorlinga recordó que conforme fue realizando y aprendiendo el arte de la escultura se fue encontrando con “la gente adecuada”. “Tuve una maestra que trabajó con Sebastián y me enseñó a hacer piezas geométricamente, cuando aprendí a hacerlo ya nunca lo solté porque se hacen piezas con mucho movimiento. Empecé a entender más la obra de Sebastián, y después empecé a hacer mi propia geometría pues me preguntaba qué pasaría si un triángulo cambiara a cuadrado y ese mismo cuadrado cambiara a un eje asimétrico y empezara a hablar. Yo muestro la geometría transformándose en un sentimiento”, aseguró.

Señaló que un diseño no nace de la nada pues cada persona tiene ideas preconcebidas. “Las ideas surgen porque se está pensando todo el tiempo en ellas, se viven, se sienten; no es una cuestión de decir que tienes que esmerarte, debes dejar que una emoción fluya, si no es así, ya no funciona para mí y mi escultura”.

Sobre el porqué trabajar con metales, Camorlinga señaló que cada material tiene su propio biorritmo. “El cobre, el bronce, la plata, cada material transmite algo, dependiendo lo que se quiera hacer escoge el material, no siempre el oro o la plata es la mejor opción”.

El artista comentó que al crear sus esculturas no piensa en que éstas le gusten a la gente. “Agradarle a los críticos es algo que nunca me ha interesado. Hago las cosas porque las siento, las vivo. Como artistas busco seguir generando  emociones, no busco hacer lo que todo mundo pide.

“He provocado que escultores de talla internacional volteen a verme, las puertas se me están abriendo, estoy tan comprometido que en cada exposición busco mostrar esculturas nuevas, si tengo 10 piezas, les trato de cambiar la pátina completa para que la gente sepa que las obras pueden cambiar. Estoy comprometido y sé a dónde quiero llegar, vamos poco a poquito”, refirió.

La exposición La rúbrica del ánima, será inaugurada el 7 de agosto a las 19:00 horas, en la sala 2 de La Academia de San Carlos de la Escuela Nacional de Artes Plásticas ubicada en la calle Academia 22, Centro Histórico.

Información: DAF

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