Con casi mil actividades artísticas y culturales realizadas, el Gran Recreo de Verano concluyó con éxito en el Faro Tláhuac, este domingo 10 de agosto, luego de recorrer distintas sedes, como el Palacio de Bellas Artes, la Alameda Central, la Biblioteca Vasconcelos, la Cineteca Nacional, la Fonoteca Nacional y los Faros de Oriente y Milpa Alta.

Cientos de niños y niñas jugaron al teatro, bailaron y se divirtieron recreando escenas de William Shakespeare a partir de la comedia Sueño de una noche de verano, en el marco del cierre del ciclo organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del programa Alas y Raíces.

De acuerdo con Edwin Triujeque, secretario ejecutivo de Alas y Raíces, el balance es positivo, pues la participación y asistencia fue numerosa, aunque reconoció que todavía hay mucho por desarrollar para trabajar en conjunto con otras instituciones y así atraer a más niños y niñas.

“Aún no tenemos los números precisos, pero aquí en Tláhuac se calculan 800 personas, tuvimos alrededor de 18 mil en Bellas Artes, 500 en la programación de Cineteca, dos mil personas en la Biblioteca Vasconcelos y entre 500 y 600 personas en Faro Oriente y Milpa Alta”.

Destacó que los talleristas hicieron un gran trabajo junto con los narradores y cuentacuentos al ofrecer obras de Shakespeare de manera juguetona y divertida, en espacios donde no es común  que se presenten.

Desde temprana hora un grupo de personajes con alusiones a la vestimenta del siglo XVII salieron a las calles aledañas en caravana para mencionar los talleres creativos y actividades gratuitas del programa e invitar a las familias.

Algunos papás y mamás aún en pijama se asomaban por la ventana junto con sus hijos para ver desfilar a un hada, un burro, un rey y una princesa que los invitaban a acercarse a un mundo de aprendizaje y entretenimiento.

En las instalaciones del recinto ubicado al interior del Bosque de Tláhuac, algunos pequeños miraron con asombro el Sol y sus manchas solares gracias a telescopios llevados por astrónomos del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE), mientras otros elaboraban un reloj solar o armaban un rompecabezas inspirado en algún personaje del dramaturgo inglés, a propósito del 450 aniversario de su natalicio.

“Esto nos parece muy importante porque la ciencia también es cultura y es fundamental su desarrollo en nuestro país, así que quisimos traer esta parte científica que queremos mantener para próximos festivales”, comentó EdwinTriujeque.

También los niños y niñas descubrieron la riqueza y actualidad de Shakespeare en un taller de improvisación teatral y de construcción de su propio teatro a la manera del Teatro Globo con la creación de máscaras de simpáticos seres.

Uno de los talleres que más llamó la atención fue el de periodismo, donde niñas y niños se convirtieron en reporteros y fotógrafos para cubrir los eventos y crear su propio periódico, a partir de lo que sucedía en el Gran Recreo de Verano y no faltaron las lecturas en voz alta de textos como William.

Por otro lado, gracias a un taller de movimiento corporal, padres e hijos convivieron y se relacionaron de una forma más estrecha, mediante ejercicios de integración y los más interesados en la ciencia y el universo acudieron a una charla sobre las constelaciones de verano y las estrellas.

En el foro principal se presentó la historia para niños y jóvenes del Rey Lear y un peculiar montaje de Sueño de una noche de verano, a cargo de la compañía Maca-Nahuin, en el que la improvisación y alusión a temas actuales provocaron la risa del público.

Para culminar con el programa, se llevó a cabo un concierto de rock  para niños con la Cubetita v6.0, en el cual Valo, Mostro, Chele y Nene contaron diversas historias fantásticas con ayuda de la música.

Fue así como el Gran Recreo de Verano demostró que esta época del año es mucho más que simples vacaciones, a través del teatro, la poesía, la música, el baile, el juego y la diversión.

Información: CGP

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