Aventuras de piratas procedentes de Colombia y una linda historia de amor hecha en México cautivaron a chicos y grandes durante el Festival Iberoamericano de Teatro Infantil y Juvenil que se lleva a cabo en el Centro Cultural del Bosque.

Este sábado, durante el segundo día del festival, arrancaron las funciones con las puestas en escenaPac-Pac, de la compañía mexicana Figurat, SC, y El dulce encanto de la isla Acracia, obra de la compañía La Libélula Dorada, con sede en Bogotá, Colombia, las cuales hicieron reír a chicos y grandes por igual.

El montaje de tierras sudamericanas cuenta una historia de piratas, quienes están cansados de que se hable mal de ellos y sean considerados malos, bandidos y hasta criminales, cuando no todos son así.

Por ello el capitán Blisis, el vigía Malatesta y el marinero Chaflán, no sólo son piratas, sino también titiriteros, a fin de contar historias de pueblo en pueblo, cuyos escenarios son diferentes puertos llenos de niños, niñas y sus familias.

Con personajes reales y también marionetas, estos piratas son condenados a vivir en tierra, luego que su barco Cascabel naufragara. Sin embargo, otro pirata les entrega el mapa de un tesoro de una riqueza inigualable que se encuentra en la isla Acracia, “donde no hay desgracia“.

Para llevar sus aventuras a altamar deben robar un barco, enfrentarse a tormentas y monstruos marinos y convivir con sirenas, para llegar finalmente a la isla Acracia y encontrar el famoso tesoro, que consiste en letras de oro que forman la palabra LIBERTAD.

Los sabios piratas recuerdan a chicos y grandes que “el oro todo puede comprar“, pero jamás la libertad, por lo que pidieron a los asistentes cuidar ese tesoro conquistado, porque “es de todos ustedes y deben compartirlo”.

Por otro lado, en Pac-Pac los actores Karina Miranda y Emmanuel Márquez dan vida a ciertos objetos inanimados para contar la historia de Pac-Pac, la cual inicia cuando los padres del protagonista, un monito muy simpático, se conocen y se enamoran.

Poco después celebran la llegada de su hijo, quien juega con libélulas y come burbujas de jabón. Sus juegos y ocurrencias divierten a chicos y grandes, hasta que conoce a un pulpo, el cual durante uno de los juegos intenta comerse a Pac-Pac.

Sin embargo, el protagonista logra escapar del pulpo morado, pero descubre que ya no es el mismo de antes, pues en la refriega ha sido partido en un costado. Lo que piensa que es una desgracia, se convierte después en algo positivo, pues uno de sus amigos, que se encuentra en la misma condición, le enseña que al estar dividido puede volar.

Luego de disfrutar de este montaje, recomendado para pequeños a partir de tres años, los chiquitines viven una pequeña fiesta en el escenario que se inunda de burbujas de jabón, con las que pueden jugar y hasta tocar al pequeño Pac-Pac.

El Festival Iberoamericano de Teatro Infantil y Juvenil continuará hasta el próximo 7 de septiembre en los diversos teatros del Centro Cultural del Bosque, con la presentación de puestas en escena procedentes de 20 países.

Por ello, César Santiago Álvarez, director colombiano de El dulce encanto de la isla Acracia, celebró la realización de este festival, una iniciativa que consideró maravillosa, porque permite conocer lo que se hace en otros países iberoamericanos que comparten la misma lengua, en un gran territorio que a veces enfrenta las mismas necesidades. El Centro Cultural del Bosque se encuentra a un costado del Auditorio Nacional, en Chapultepec. Metro Auditorio.

Información: AGB

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