La vibrante alegría de las notas del salterio y sus primos hermanos: cimbalom, tzymbaly, hackbrett y hammer dulcimer, se unieron a los acordes de las guitarras, acordeones, contrabajo y piano, en la interpretación del Danzón no. 2, de Arturo Márquez, en la memorable clausura del sexto Encuentro Internacional de Salterio que se realizó del 6 al 28 de septiembre, con el apoyo del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes y el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes.

El concierto tuvo lugar el pasado 27 de septiembre en el Foro al Aire Libre del Centro de las Artes, en una cálida noche queretana perfumada de azahares y lavanda, que dio marco a la interpretación de la música tradicional, clásica y contemporánea, que constituyen el universo del salterio. Los intérpretes fueron el Ensamble Tympanon, de Estados Unidos y el Ensamble Juvenil de Salterios Icnoyohuani Dulcemelos, de Querétaro.

Terminada la actuación de estos grupos subieron al escenario los demás participantes del Encuentro de Salterio: Iris Forster y Katharina Durrchsmid, de Austria; Mykhaylo Zakhariya, de Eslovaquia, y Michael Leontchick, de Bielorusia; el Dueto Dulcemelos y la Orquesta Infantil de Salterios Makochi Dulcemelos, de Querétaro, para integrar una magna orquesta que permitió demostrar los resultados de las clases magistrales que se ofrecieron a lo largo de estos días.

Se interpretaron piezas tradicionales de Eslovaquia, Austria, Estados Unidos y Bielorusia, y de México el Danzón no. 2, del compositor Arturo Márquez, bajo la dirección del maestro Francisco Núñez.

Fueron 15 días de intensa actividad en esta fiesta del salterio, en los que se ofrecieron 25 conciertos, tres conferencias, ocho clases magistrales y una exposición de salterios; se estrenaron 10 obras de música contemporánea para este instrumento y se llevó a cabo la presentación al público del Ensamble Juvenil de Salterios Icnoyohuani Dulcemelos.  

Al hacer un recuento de los logros del festival, Alejandra Barrientos destacó: “Me gustó que participaran muchos niños en todas nuestras actividades, realmente fue un festival dedicado a la población infantil y pudimos tener un público distinto, formado por muchísimas familias”.

Se programaron siete conciertos didácticos en el encuentro, los cuales se llevaron a cabo en espacios escolares de enseñanza básica y universitaria. Al respecto, señalo: “Recorrimos las escuelas tocando en los salones de clase, con la idea de ir al encuentro de ese público, convencerlo con el trabajo y terminar con la idea equivocada de que el arte no le va a gustar. Muchos de los muchachos estuvieron interesados en la música que interpretamos, tanto que vinieron a los conciertos del encuentro con sus familias y esa es la ganancia para las próximas actividades que vamos a tener”.

El maestro Héctor Larios comentó: “Este festival me gustó que estuvo lleno de niños, hubo mucha participación y muchos estrenos de obras. Lo que sigue es continuar con la educación musical a través del salterio, seguir motivando a los compositores para la creación de nuevas obras y trabajar con nuestros grupos de niños y jóvenes, puliendo las piezas que nos enseñaron los maestros extranjeros. El séptimo Festival Internacional de Salterio será en 2016, si es que lo permiten las circunstancias políticas y sociales”.

El compositor Eduardo Soto Millán destacó que a diferencia del pasado festival, “este encuentro puso énfasis en la labor musical pedagógica que es esencial para el desarrollo de los niños. Para mí fue un privilegio ver cómo este trabajo de Alejandra y Héctor crece, y más adelante podremos confirmar la importancia histórica que estamos viviendo en Querétaro para el salterio y para la música, estoy convencido de ello”.

En opinión del maestro Francisco Núñez, “lo que me gustó del festival fue la conjunción de músicos de otros países, quienes realmente imprimieron un sabor muy particular; me gustó constatar que se están creando cada vez más obras contemporáneas para salterio y que los chicos de la orquesta ya leen las partituras como músicos profesionales, listos para las ´grandes ligas’, todo lo cual me impulsa a decir ¡Que viva el salterio!”.

Al compositor Guillermo de Mendía lo que más le gustó del encuentro fue que se haya incluido un programa de música nueva y otro de jazz. “Como compositores esto nos compromete a seguir creando para el salterio y los instrumentos familiares. Estos días estuvimos hablando con los maestros Mykhaylo Zakhariya y Michael Leontchick para escribir música para cimbalom y tzymbaly, con acompañamiento de piano y percusiones para grabar un disco. Hay que aprovechar que son excelentes intérpretes y además les gusta la música contemporánea”.

Finalmente, el compositor y director de orquesta Horacio Rico opinó: “Me gustó todo, los conciertos, la demostración de las clases magistrales, que fue muy interesante, esto lo distingue de los otros festivales, porque deja productos con mucho avance y profesionalismo, sobre todo ver la felicidad de los niños al interpretar la música, por eso es fantástico el trabajo que hace en Querétaro el Dueto Dulcemelos”. 

Información: MVC

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