Nueva York.- Sombreros de charro, trajes típicos, papel picado, huaraches, piñatas, calaveras de papel maché, juguetes de diversas regiones de México, adornos con el rostro de Frida Kahlo, bolsas de yute, alebrijes, son sólo algunos de los objetos y artesanías que se encuentran en la tienda La Sirena Mexican Folk Art, que durante 16 años se ha convertido en un centro cultural difusor de la identidad mexicana en la gran manzana.

Ubicada en la zona del East Village, en Manhattan, en el número 27 de la Calle 3, el establecimiento fue fundado en 1999, no por una mexicana, sino por una neoyorkina de corazón enamorada de la cultura de México, Dina Leor, quien se ha dado a la tarea de apoyar a los artesanos mexicanos, teniendo como principal regla el adquirir cada pieza, vestimenta, adorno, juguete, utensilio o accesorio, directamente de las familias de artesanos que los producen.

“Yo nací en Nueva York, pero durante toda mi vida he viajado a México, primero de niña con mi familia, luego por mi cuenta. Muy rápidamente me enamoré de su cultura, de su gente, de su artesanía. En cierta manera el abrir esta tienda es la traducción de un sueño que fui forjando con los años: mostrar un poco de la riqueza de la cultura de México en Nueva York”.

Además de manejar la tienda, Dina Leor se ha dedicado durante años a impartir terapia para niños a través del arte y comenta que en cada periodo vacacional ella solía viajar a las diversas regiones de México.

“Yo sentí siempre que México era el único lugar que se identificaba con todo mi ser. Me gustaba sobre todo ir a los pueblos y comunidades más apartados y fue ahí donde comencé a conocer a muchos artesanos, su forma de vida, sus procesos para crear objetos tan maravillosos”.

Recordó que cuando la institución para la que trabajaba cerró sus puertas y ella perdió su empleo, en realidad se sintió feliz, pues con el tiempo ya había madurado la idea de crear un espacio en Nueva York para difundir la cultura mexicana.

“En realdad fue un sueño que empecé de la nada, incluso sin saber nada de negocios. Mi única bandera era mi pasión por la artesanía mexicana y en cierta forma sentía que tenía que compartirla con el mundo a través de Nueva York, pues aquí llegan personas de todas las culturas”.

Dina Leor evoca sus muchos viajes a los pueblos para comprar directamente a los artesanos su mercancía, sin regatear, sin pedir descuentos, todo al precio de venta.

También se impuso otra regla para esas compras en México: adquirir artesanías a familias que transmitieran su oficio de generación en generación.

“Muchas familias en las que el abuelo había pasado el conocimiento a su hijo y éste a la vez a sus descendientes se ponían felices cuando llegaba porque compraba mucho. Quería tener de todo en mi establecimiento, que las expresiones en toda su dimensión tuvieran una pequeña muestra en la Gran Manzana”. 

Confesó que llamó a la tienda La Sirena porque en principio le encanta el mar, pero también porque observó las muchas referencias que existen en la cultura mexicana a este ser mitológico, sobre todo en las regiones que cuentan con playas.

“Pero no sólo hay artesanías donde las sirenas están presentes, sino también en historias, en canciones, en juegos como la famosa Lotería. Creo que en México hay también una conexión muy profunda con el mar y yo quería que algo de todo ello bautizara el nombre de esa aventura que iba a emprender”.

En los 16 años en que la tienda ha estado abierta al público, Dina Leor ha visto cómo las personas, ya sean latinas o de otras culturas, comienzan a entender la magia de lo mexicano y sus expresiones.

De un tiempo para acá las personas vienen a buscar objetos específicos. En el mes de noviembre, por ejemplo, muchas personas en Nueva York, aun sin ser mexicanos, ya comienzan a poner sus altares de muertos y vienen a adquirir calaveras. En diciembre, por supuesto, los Nacimientos son lo más buscado.

Sin embargo, Dina Leor confiesa que ante todo ha tratado de no hacer una selección, por ello en la tienda se encuentra de todo, desde huaraches, catrinas, diablitos, hasta títeres de Cantinflas.

“El surtido es el secreto de este lugar, por eso siempre estoy en contacto con nuevos artesanos, con jóvenes que hacen nuevos objetos para representar a su cultura. Mi gran sueño es abrir en el futuro un centro de cultura de lo mexicano aquí en Nueva York donde se difunda aún más con actividades toda la magia de ese país”.

Finalmente, Dina Leor dijo que hay pocas personas que se resisten a la belleza, el colorido y lo profundo de la artesanía de México.

“Saben que están viendo objetos hermosos, pero que además tienen un significado, no fue algo que se creó como diseño después de haber ido a una universidad a estudiar, fue algo que surgió del instinto, de la observación, de recordar a los ancestros y haber aprendido de ellos, por eso creo que la artesanía mexicana nos da una gran lección: que el arte es parte de la vida y que la vida puede ser también un arte”.

Información: HBL

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