La incomunicación, la angustia y la soledad son el argumento principal de La herida (España, 2013), filme del director Fernando Franco, quien se encuentra de visita por primera vez en México para presentar su ópera prima en la Muestra de Cine Español, la cual tendrá lugar en la Cineteca Nacional del 27 de noviembre al 4 de diciembre.

El filme se proyecta el próximo viernes 28 de noviembre a las 18:00 horas en la Sala 1 Jorge Stahl de la Cineteca Nacional, en presencia del director y guionista Enric Rufa.

Se trata del largometraje debut de Franco, quien hasta hoy se había desempeñado como montajista y que en su haber cuenta con la realización de seis cortometrajes. La pieza le ha merecido al novel director diversos reconocimientos en festivales internacionales, como San Sebastián, en donde obtuvo el Premio Especial del Jurado, y la protagonista Marian Álvarez (Ana) se alzó con la Concha de Plata a Mejor Actriz.

Es la historia de una joven que sin saberlo padece el trastorno de límite de la personalidad o síndromeborderline. Mientras que su vida laboral como socorrista en una ambulancia parece exitosa y la hace feliz, sus relaciones personales son un fracaso y cada día se siente más alejada de quienes la rodean.

En entrevista, el director español -en compañía del guionista Enric Rufas- precisó que su idea original era hacer un documental sobre la incomunicación y la soledad, y sobre la enfermedad psicológica, sin que supiera en qué consistía el padecimiento o conociera a alguien que la sufriera.

Luego de una ardua investigación y estar en contacto con gente que padecía el trastorno, con psicólogos, psiquiatras, documentos y bibliografía, se encontró con un conflicto, pues su relación con quienes iban a ser sus protagonistas era muy fluida y como director no quiso traspasar la barrera de la ética, por lo que optó por abandonar el proyecto.

El editor de más de 40 filmes, entre largos y cortometrajes, de los cuales destacan Blancanieves(Pablo Berger, 2012) y Bon appéttit (David Pinillos, 2010), reconoció que como el interés en el tema le seguía dando vueltas en la cabeza, decidió traspasarlo a la ficción y fue entonces cuando incluyó a Enric Rufas para que escribiera el guión a partir de la investigación realizada anteriormente.

Franco reconoce que hablar de un cine social, con moraleja y mensaje no es algo que le llame la atención, pues a él lo que le gusta es adentrarse a la psique de los personajes y hacer retratos psicológicos, como lo ha hecho en casi todos sus trabajos dirigidos.

"Empecé a trabajar con este tema porque me interesaba, pero en realidad mi pretensión no era sentar cátedra o moralizar, simplemente me apetecía sacarlo a la luz, pues soy bastante alérgico a las moraleja o a lanzar mensajes, y por el contrario me gusta hacer retratos psicológicos", reconoció el autor.

Sin embargo, el cineasta afirma que el filme resultó de gran interés social, pues da visibilidad a algo que era bastante subterráneo y lejano al público. A pesar que se trata de un tema que mucha gente no conocía, luego de ver la película la gente ha empezado a darse cuenta que es un padecimiento más común de lo que se piensa. Incluso él mismo ha reconocido estar cerca de algunas personas que quizá la padezcan y, al igual que la protagonista de la historia, lo desconocen.

Dijo que el mundo actual y sobre todo la cultura occidental son un factor importante que propicia el padecimiento, pues, según sus investigaciones, se trata de una enfermedad que no existía en tal medida hace 60 años.

Lo que me interesaba retratar es el tema de la incomunicación, dijo, y plantear hasta qué punto podemos llegar a conocer a una persona, pues cada ser humano se desarrolla de manera distinta de acuerdo con el entorno. Como la protagonista de La herida, que tiene una realidad distinta en cada papel que desempeña en su vida, ya sea como hija, amiga, compañera de trabajo, etcétera.

El director y guionista dijo que el síndrome de borderline es algo contemporáneo, que tiene mucho que ver con el ritmo de vida actual, pero sobre todo con el entorno familiar y social.

A su vez, el coguionista Enric Rufa dijo que le resultó fácil trabajar en el guión, pues el trabajo previo de Fernando era muy completo y estructurado. Sin embargo se tomó la libertad de pasar mucho tiempo a solas con el personaje para conocerlo a fondo. 

Más allá del trastorno que padecía Ana, me interesaba conocerla como persona, saber de su vida personal para entenderla y descubrir cosas nuevas de ella que serían importantes para el desarrollo del guión.

Entrar a la mente de las personas no es tan fácil, pero el trabajo previo de Fernando fue útil, pues la información que había recopilado fue lo que nos dio la consistencia del personaje, su forma de ser y su sufrimiento interno, que era lo que el espectador debía sentir al ver el filme.

El guionista reconoció que es uno de los trabajos que más cosas le han dejado, pues agradece estar con gente que le enseña cosas nuevas, y La herida es una de esas historias que se disfrutan, porque se sienten como propias.

Reconoció que se sorprendió al ver el resultado en la pantalla, pues trabajó en el guión y después se mudó a Barcelona, por lo que no pudo estar durante el rodaje, y fue un gran descubrimiento darse cuenta que el filme era más duro de lo que habían planteado en un principio.

Información: NAM

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