A través de una gran maqueta, fotografías, planos, proyecciones en tercera dimensión, esculturas y vestidos, el artista Rolando López plantea su proyecto Museo Guggenheim Aguascalientes, un recinto utópico que materializa la posibilidad de crear un museo pero no de lujo ni de diseño, sino un recinto sucio, nocivo, que en lugar  de erigirse, se hunde.

La Casa del Tiempo de la UAM alberga la exposición Museo Guggenheim Aguascalientes en la que se muestran las repercusiones que dejó la Gran Fundición Central Mexicana (1894-1924), una fundidora establecida por Salomón Robert Guggenheim en Aguascalientes, durante el Porfiriato.

El curador del montaje, Edgar Alejandro Hernández, explicó en entrevista con Conaculta, que en la muestra se quiso hablar de los Guggenheim y su presencia en México utilizando el lenguaje e infraestructura que emplean hoy día.

La exposición saca a la luz el “nocivo legado” que el coleccionista y filántropo estadounidense dejó en México, pero revestido en el mismo halo que hoy define a la maquinaria cultural y financiera que la firma Guggenheim Foundation ha logrado imponer desde mediados del siglo XX, a través de su franquicia de museos que operan en Nueva York, Bilbao, Venecia y próximamente Abu Dhabi y Helsinki.

En la exposición de Rolando López se puede apreciar una maqueta y un plano realizado de la manera en la que se habría elaborado hace 100 años. “Si se revisan las imágenes de prensa de los museos que se están construyendo todas tienen la característica de mostrar una gran maqueta, el diseño, las proyecciones en 3D, planos, asimismo la exposición hace referencias temporales muy formales, elementos que permite reescribir la historia, eso busca un poco la exposición: reescribir la historia de los Guggenheim en México a partir de este legado de porquería que dejaron”, expuso Edgar Alejandro Hernández.

La exposición que la noche del 22 de enero abrió sus puertas al público tiene entre sus objetivos hacer una crítica a la noción de lo que significa un museo, pero no desmontando el concepto de museo, sino abusar de él para generar una postura crítica.

“Si bien no existe un edificio y la infraestructura de museo, el proyecto opera como si fuera un museo, generando proyectos, investigaciones, colaboraciones que es lo que cualquier museo del mundo moderno y contemporáneo se supone que tiene que hacer. El proyecto busca no sólo criticar el origen de las fortunas de gente como los Guggenheim, sino lo que hoy significan como museo e instrumento de poder que de forma violenta y radical determinan lo que es o no arte”, subrayó Edgar Alejandro Hernández.

La exposición Museo Guggenheim Aguascalientes está divida en dos partes, la primera presenta una vista general de la fundición en los tiempos del Porfiriato y la segunda parte exhibe lo que desarrolló el artista Rolando López en el Cerro de la Grasa, un contaminado deposito de desperdicios que conforman una pesada masa oscura compuesta por millones de piedras negras que han permanecido amontonadas durante más de un siglo, herencia que dejó la Gran Fundición Central Mexicana.

En ese sentido, Rolando López explicó que su exposición se sostiene en dos ejes: el arquitectónico, donde se proyecta un museo utópico, y un museo sucediendo, donde se generan procesos de comunidad con habitantes del lugar.

El trabajo del artista Rolando López en el Cerro de la Grasa partió de un programa cultural real en las que realizó colaboraciones directas con artistas de la región durante el año 2014, así como un desfile de moda, un concierto, un performance, y talleres.

“Este proyecto es imposible, sin embargo es viable, si alguien tuviera la locura y el dinero de hacerlo podría suceder, pero nunca pasará porque es un tema que prácticamente es incorrecto abordar”, expuso Edgar Alejandro Hernández.

Rolando López explicó que el Museo Guggenheim Aguascalientes partió de una investigación a profundidad llevada a cabo hace más de cuatro años, lo que implicó hacer una revisión de su historia más inmediata con el ferrocarril. “Llegué a comprender que la instalación del ferrocarril tiene que ver con la fundidora, la cual tiene que ver directamente con la familia Guggenheim, a partir de eso empiezo a pensar en una postura crítica que pudiera construir”.

El artista aguascalentense, quien fue becario del Fonca, comentó que empezó a pensar en cómo construir un museo con los residuos que están en el Cerro de la Grasa desde hace 100 años, lo que dio pie a pensar en un lugar que tuviera salas y talleres.

“A la par de la investigación empiezo a construir acciones en este mismo lugar, las cuales van determinando que jueguen con esta idea de museo a partir de no sólo un proyecto arquitectónico, sino un museo funcional y frágil donde se susciten relaciones humanas. En este sentido, desde la sucia y vil escoria también es posible producir arte y crear comunidad”, consideró Rolando López.

Finalmente, el diseñador gráfico dijo que la exposición es dirigida a todos los mexicanos que quieran conocer su historia y la consecuencia de ésta así como las posibilidades de reconocerse como sujetos capaces de reconstruirse a sí mismos para un mejor futuro.

La exposición Museo Guggenheim Aguascalientes, realizada con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) del Conaculta, estará abierta al público hasta el 20 de marzo en la galería de la Casa del Tiempo de la UAM en General Pedro Antonio de los Santos No. 84, colonia San Miguel Chapultepec. Horarios: lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas y sábado de 10:00 a 15:00 horas. Entrada libre.

Información: DAF

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