Un halcón fue el compañero que ayudó al pequeño Billy Casper, protagonista de la cinta Kes, a olvidarse de la tristeza provocada por un entorno que lo maltrataba y un futuro aparentemente ineludible, el de ser minero.

El interés de Billy por acercarse al ave y aprender como adiestrarla le permite demostrarse a sí mismo y a los demás que tiene la capacidad para realizar lo que le interesa: en ese momento entrenar al halcón, o mejor dicho, al cernícalo.

En la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, el público disfrutó el miércoles 20 de mayo de la cinta del director británico Ken Loach y del productor Tony Garnett, con la participación de la crítica de cine Fernanda Solórzano.

Como parte del programa de actividades que intensifican las relaciones entre México y Reino Unido se exhibió esta cinta, basada en el libro A kestrel for a knave (Un cernícalo para un siervo) escrito por el autor británico Barry Hines, el cual es casi una réplica de su vida. “Es la primera capa de realidad del filme, porque el propio autor nace en Yorkshire en los años cincuenta, ciudad donde los mineros tenían los peores niveles salariales, no así laborales, sólo había dos posibilidades para los pobladores de esa ciudad, ser mineros o tener un trabajo burocrático, como trabajar en un banco o ser maestro de escuela, aunque eso era ya una posibilidad muy alta”, comentó Fernanda Sólorzano.

Billy Casper es un niño que vive igualmente en una ciudad del norte de Inglaterra con todos sus planes de vida cortados, se espera que sea un minero como su hermano mayor, Jud, un muchacho que podría tener un futuro, pero que se ha vuelto un acosador, quien molesta a los más pequeños, en particular a su hermano Billy. Una madre que quizá no es una mala madre, pero hay un padre ausente del que no se habla mucho, esa es la dinámica familiar en la que vive Billy Casper.

Ken Loach fue director de documentales en los sesenta en la BBC, siendo esta cinta su segundo largometraje. “Creo que conjunta sus ideas, los principios cinematográficos y políticos por los que sigue peleando y además no lo hace de una forma autoritaria”, mencionó la especialista.

El principio del cine de Ken Loach es la observación, él no quería explotar a sus actores y a sus personajes poniéndoles un close up que los hiciera parecer más dramáticos o poniéndoles una iluminación que hiciera sentir a los propios espectadores algo que los actores no estaban sintiendo.

Para todos los participantes en esta película lo más importante era conservar la autenticidad de lo que se estaba contando, indicó la también editora.

Ken Loach, director comprometido hasta la fecha, se autodefine como socialista, toda su vida ha militado en favor de las causas laborales. Buscó para Kes actores que pudieran dar verosimilitud al personaje, de preferencia no-actores, porque pensaba que nadie puede fingir ser de una clase social que no es.

David Bradley, quien da vida a Billy Casper, vivía más o menos en las mismas condiciones que Billy, tal vez no con una familia tan disfuncional pero sí numerosa.

“El propósito de la película de Lonch es la denuncia, quiere que se terminen no los Billy Casper del mundo, sino la situación de los Billy Casper del mundo”, puntualizó Fernanda Solórzano.

En el marco del Año Dual México-Reino Unido, la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el British Council México y EnFilme –sitio web especializado en cine– han organizado el Ciclo de cine británico, en el que se proyectarán ocho películas basadas en obras de igual número de escritores.

Información: GVG

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