El artista multidisciplinario Antonio Salinas presenta su puesta en escena La fiebre del oso polar. Se trata de un espectáculo unipersonal que invita al público a reflexionar sobre el efecto que las acciones del ser humano han tenido en su bienestar y en su interacción con el mundo que lo rodea.

Antonio Salinas es actor, bailarín, coreógrafo, director de escena y docente. Es autor de los espectáculos Nostalgia por la modernidadPequeño discurso emocional sobre lo racional y Tonelada de luz. Ha sido galardonado con el Premio Enrique Rambal (2005) como mejor actor de monólogo, con el Premio Miguel Covarrubias, por Tonelada de luz y como mejor bailarín en el XIX Premio Nacional de Danza INBA-UAM. Actualmente colabora como actor e investigador en los colectivos de teatro contemporáneo Luna Avante y Teatro en Códigos.

La fiebre del oso polar es un espectáculo que integra danza, lenguaje, canto y teatro. Al respecto, Antonio Salinas mencionó que la utilización de distintas artes le permite plantear una realidad compleja y multiangular, dos de sus ambiciones personales que nacieron de su necesidad de elaboración discursiva y de lenguaje.

El proyecto fue convocado y producido por el Festival Internacional Cervantino en su edición 39, donde el eje temático fue Los soles de la naturaleza. El artista dijo que él había relacionado esta temática con la tragedia del pensamiento, esa capacidad humana de pensar que nos separa de la naturaleza y de nuestro contacto con otros seres vivos.

Además, la pieza teatral explora la conexiones que tiene la especie humana con el resto, sus similitudes genéticas y, por otro lado, abarcar su necesidad de nombrar y categorizar el mundo; esto ha provocado, según el autor, que nos alejemos unos de otros.

Para la creación de esta puesta en escena Antonio Salinas realizó una investigación respecto a información científica, específicamente abordó la historia del lenguaje, cómo se elabora el pensamiento y la historia del canto.

Fue interesante cómo el canto ya existía antes que existieran los seres humanos en la Tierra, sólo que no estaba metacategorizado culturalmente como tal”, explicó.

En esta pieza teatral aparece Antonio Salinas vestido de oso polar imitando el movimiento natural de estos mamíferos y se plantea la transformación de su forma de comunicación: “Había una manifestación sonora por parte de una serie de animales en la Tierra que podían emitir sonidos complejos y cómo eso se fue convirtiendo en signo, luego en palabra, posteriormente en discurso y luego en la elaboración sistemática de quiénes somos, qué pensamos, qué sentimos y cómo esa elaboración puede alejarnos de la realidad”, refirió.

Luego de despojarse de la apariencia animal, el protagonista queda desnudo y se vuelve a disfrazar, pero ahora de ser humano, un ser pensante. En ese momento aparece otro eje conceptual de la obra que se refiera a la estructura del ADN, donde el autor retoma la cifra .999999999%, que es el porcentaje de la diferencia genética entre los seres humanos. 

Finalmente, el actor comentó que fue elaborando las escenas de tal suerte que despertaran al espectador y en ocasiones interactuaran con él: “El máximo propósito es llegar al público, que el espectador sienta y piense, que se vea conmovido y salga con una pregunta en la cabeza”, aludió.

La obra se presenta este sábado 23 de mayo a las 19:00 horas y el domingo 24 a las 18:00 horas en el Museo Universitario del Chopo. La entrada general para La fiebre del oso polar es de 100 pesos y de 50 pesos con credencial de estudiante, maestro de la UNAM o INAPAM.

Información: BOP

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