Al realizar el recorrido previo por la exposición Miguel Ángel Buonarroti. Un artista entre dos mundos, que será inaugurada el próximo 26 de junio en el Museo del Palacio de Bellas Artes, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, afirmó que el gran autor de la Capilla Sixtina fue uno de los personajes más paradigmáticos del Renacimiento.

“Era de esos hombres con talentos múltiples para la pintura, el dibujo, la escultura, la poesía, pero sobre todo tenía una enorme curiosidad por entender el cuerpo humano, por entender la condición humana”, afirmó el titular del Conaculta al recorrer la magna exposición que reúne 29 obras del genio italiano y 45 piezas de artistas cercanos a Buonarroti.

Acompañado por los curadores internacionales Francesco Buranelli y Luis Javier Cuesta, el titular del Conaculta consideró que esta exposición representa la consolidación de la política cultural del gobierno federal y una proeza de diplomacia y cooperación, ya que “se trata de una de esas muestras que uno tiene la oportunidad de ver sólo una vez en la vida”.

Muchas de estas obras, debido a las normas de conservación, dijo, ni siquiera se mueven o se exhiben en los propios museos que las resguardan en Italia, por lo cual tenerlas en México es un verdadero privilegio.

El presidente del Conaculta afirmó que Miguel Ángel fue un escultor quien por primera vez, desde la época de los griegos, presentó al cuerpo humano en todo su esplendor y en toda su libertad. Que no está únicamente ligado a la representación religiosa o de la fe, sino que conoce con detalle la anatomía.

“Para esto Miguel Ángel dedica muchas horas a conocer el cuerpo humano a través de las disecciones que se hacían en los cadáveres de los depósitos en Florencia, así llegó a un conocimiento absoluto y perfecto, como lo manifiestan algunas de sus más importantes esculturas, como el David, la cual muestra una figura única, o el Cristo Justiniani, el cual tenemos aquí o la espléndida escultura del David Apolo”.

Sobre los dibujos que también forman parte de la exposición y que son considerados muy raros, debido a que Miguel Ángel en la última etapa de su vida se dedicó a destruir todos sus bocetos, Rafael Tovar y de Teresa celebró que en esta muestra se encuentren algunos donde se aprecian los preparativos de sus grandes obras.

“En una de las salas están los personajes que conformarán el Juicio Final y gracias a la composición museográfica se ve cómo se articulan, cómo se van complementando las figuras y cómo se presentaron en su fase final. Una de ellas corresponde a la expulsión del paraíso cuando Adán toma la manzana”.

El titular del Conaculta resaltó la presencia, en el Museo del Palacio de Bellas Artes, de la escultura David Apolo, que sólo ha salido en una ocasión del Museo de Florencia para una exposición en Estados Unidos.

“Quiero comentar que el David Apolo tuvo una visita de 800 mil personas en 1949 en una ciudad casi tan poblada como la nuestra y 60 años después está aquí. Estamos seguros que este enorme esfuerzo por traer obras tan importantes permitirá una afluencia de miles y miles de personas a la exposición Miguel Ángel Buonarroti. Un artista entre dos mundos”.

Francesco Buranelli, quien además de curador se desempeñó como director de los museos del Vaticano, dijo que David Apolo muestra el profundo estudio anatómico que realizó Miguel Ángel, quien para 1532, cuando se la encargó Baccio Valori, comisario de las tropas del papa Clemente, ya se encontraba en todo su esplendor de destreza técnica.

Sobre otras obras, Buranelli dijo que después de la Capilla Sixtina regresó a Florencia en 1515, donde recibió otros encargos artísticos, aunque su vena arquitectónica nunca estuvo del todo alejada, tanto en sus esculturas como en sus bocetos.

“Es hasta la etapa de Roma, en 1534, cuando Miguel Ángel se dedica de forma abierta a la arquitectura con trabajos tan magistrales como las obras de San Giovanni de los Florentinos, de la Capilla Sforza, en Santa María la Mayor. La perfección de su obra marcó también una nueva era en el arte y, por ejemplo, en México influyó en numerosos artistas que deseaban hacer de aquella Nueva España una nueva Roma”.

En este sentido, Luis Javier Cuesta dijo que hay un antecedente de una obra arquitectónica diseñada por Miguel Ángel que se encuentra en nuestro país y se presenta dentro del recorrido de la exposición.

“A través de las nuevas tecnologías se expone y comparan imágenes de la puerta que se encuentra en Atlixco, México, en la Sacristía de la Capilla de la Tercera Orden Franciscana, la cual es idéntica a la Porta Pía, realizada por Miguel Ángel para el recinto de San Pedro en Roma”.

Finalmente, Rafael Tovar y de Teresa precisó que esta exposición es una presencia histórica para el Museo del Palacio de Bellas Artes, así como una oportunidad para que el público mexicano conozca a Miguel Ángel Buonarroti desde todos sus ángulos.

“Están sus esculturas, sus bocetos, sus dibujos, así como los manuscritos que nos dan cuenta de su parte de amante de la poesía, entre ellas hay textos extraordinarios, uno de ellos es la cita al terminar la Capilla Sixtina, donde de su puño y letra Miguel Ángel nos dice que deja esta obra como el gran testigo que dirá si su vida valió la pena y si su obra permaneció en el tiempo”, concluyó el presidente del Conaculta.

Información: HBL

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