Recuerdan a Krysztof Tadel en el Centro Cultural Helénico

En un íntimo homenaje, amigos y familiares recordaron en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico al compositor, violinista y artista plástico Krzysztof Tadel (Wroclaw, Polonia, 1958 - Ciudad de México, marzo 2015), y se presentó su disco póstumo Fuegos, editado por José Luis Rivera López y Quindecim Recordings.

Sally Sandoval, compañera de vida de Krysztof Tadel, expresó que Fuegos fue el proyecto musical más importante y significativo para el músico. “Hace unos años él tuvo un fuerte accidente en su mano izquierda y por muchos meses no pudo moverla, cuando se le pidió que compusiera Fuegos, Krzysz empezó a recuperarse tocando el piano, para él componer esta obra fue superarse y empezó a mover la mano”.

Compartió que quien fuera maestro de las Artes de la Academia de Música Karol Lipinski en Polonia, hizo la composición primero para piano y voz. “Al hacer la grabación nos dimos cuenta Joaquín López Chas y yo que Kryzsz estaba tocando mejor que nunca el violín y que su sonido después de tantos meses de silencio se volvió transparente, etéreo y luminoso.

“Por eso hoy estamos aquí felices con él, para él, casi todos los que lo conocimos como amigo, hermano y artista; él está con nosotros porque está su música y en ella su alma, su corazón de niño, su esencia y su canto, en ella estará siempre irradiando todo su amor y luz”, dijo Sally Sandoval.

En el acto realizado la noche del 27 de junio participaron Patricia Cardona, Gerardo Trejoluna y Joaquín López Chas, quienes ofrecieron palabras evocativas sobre el creativo quien radicó los últimos 20 años de su vida en México, esto al centro de la Capilla, al lado del violín que tocará en vida el homenajeado.

Por su parte el actor Enrique Arreola leyó textos escritos por Krzysztof Tadel, los cuales iban alternando con las piezas musicales que integran el disco, escuchándose en el recinto Purificación, Recuerdos, Ceremonia, Fuegos I, Romana, Maga, Celebración, Trance, Romanza II, Maga II, Éxodos y DOM.

El compositor Joaquín López Chas mencionó que su relación con Krzysztof Tadel fue de muchos sonidos, gestos, miradas, silencios, y sensaciones que en muchas ocasiones sustituyeron a la palabra.

“Unas cuantas acotaciones, intercambio de materiales sonoros para trabajar en casa, improvisaciones que eran suerte de composición al momento, podían ser los medios más eficaces para hacer fluir su gran capacidad creativa y su sensibilidad artística. Tuvimos una relación solidaria y recíproca, gracias por tu música, atenciones y persona, te extrañamos mucho”, manifestó Joaquín López Chas.

Por su parte el actor Gerardo Trejo Luna dijo que la música de Tadel tocó su alma y que como músico le dotó de libertad creativa. “Su humanidad siempre me tendió la mano, su amistad deja un hueco irreparable e irremplazable y su luz me sigue guiando en mi camino”.

Para Patricia Cardona Krzysztof Tadel fue un canal de armonía y abundancia, cuya música y arte venían de otra dimensión. “Conocí dos rostros de Krzysz, una de distante pero intensa observación y otro de sincera carcajada, como diciéndonos estoy en este mundo pero no pertenezco a él”.

El coreógrafo Álvaro Restrepo y el pintor Leopoldo Combariza, ambos de origen colombiano, escribieron textos elaborados ex profeso para este homenaje, los cuales fueron leídos durante el homenaje por Enrique Arreola y Gerardo Trejoluna, respectivamente.

Álvaro Restrepo escribió: “Agradezco a Krzysz por el inmenso amor que le dio Sally, por su alma de niño visionario y herido, por la hermosísima música que nos dejó como su consuelo”.

Al tomar de nueva cuenta el micrófono, Sally Sandoval explicó que este homenaje se hizo en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico porque el lugar tuvo un enorme significado para el homenajeado, ya que en 2004 compuso música específicamente para este recinto como parte de la obra Luminiscencias; al tiempo que le agradeció a “su ángel por su espíritu delicado y sensible”.

“A Krzysz le agradezco por haberme cuidado, por la música que me dejó para poder estar con él, que nos dejó a todos, ahí está lo más hermoso y profundo de su ser. Krzysz siempre fue y será música”, finalizó Sally Sandoval.

Krzysztof Tadel destacó como compositor, artista plástico y violinista virtuoso egresado de prestigiosas escuelas de música de Polonia y Hungría. Debutó a los 13 años de edad como solista al frente de una orquesta; más tarde, se trasladó a Budapest, Viena y a Costa Rica, donde experimentó con diferentes ritmos musicales como el folklore, el jazz, el rock y la música clásica y la progresiva.