La bailarina, maestra y coreógrafa Rossana Filomarino dijo sentirse agradecida con la vida que le ha dado la oportunidad de vivir 50 años en plenitud de su arte, y transmitirlo a varias generaciones a través de la enseñanza.

“Con muchas obras he podido dejarle algo a los espectadores sobre mi manera de ver la vida, dejar una evidencia de que el arte sirve para algo, no sólo para prender algunas luces sobre los grandes misterios, sino también para hacernos mejores individuos y una mejor sociedad”.

Así lo aseguró la noche de este viernes 31 de julio en la sala principal del Palacio de Bellas Artes como parte de la celebración del 25 aniversario de su compañía DramaDanza y 50 años de trayectoria artística.

Con el programa Danza al filo, la actual miembro artístico del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca, presentó el estreno de Ditirambos, una metáfora sobre las diferentes etapas de la vida y las reposiciones de las piezas A mis soledades voy y Los jardines del alma.

Previo a la función la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, señaló que Rossana Filomarino ha sido una figura trascendental en la danza en nuestro país. Una mujer para quien esta disciplina ha sido su proyecto de vida.

“Su compromiso a través de la excelencia, la ética y la congruencia de su arte ha permitido enriquecer y transformar nuestras vidas (…) Hay un compromiso social en su trabajo que permite ver que la danza puede ser un espejo de la realidad”.

A nombre del Conaculta y el INBA, la funcionaria le otorgó un reconocimiento acompañada de Cuauhtémoc Nájera, Coordinador Nacional de Danza y Jorge Gutiérrez, subdirector general de Educación e Investigación Artística del INBA.

La velada inició con Los jardines del alma, una metáfora de la evolución e involución de una pasión amorosa en la que cinco bailarinas con el torso desnudo y faldas blancas con volumen mostraron la exhuberancia, el desenfreno, el caos, la plenitud, el abandono y el placer.

Luego de un breve intermedio, tocó el turno de A mis soledades voy en la cual los bailarines Amada Domínguez y Narciso Sánchez representaron el tránsito entre dos seres en los cuales afloran los sentimientos y emociones a través del viaje compartido.

Mediante la proyección de un video se abordó la fructífera trayectoria de Rossana Filomarino, autora de más de 70 coreografías estrenadas y representadas en México y en el extranjero.

A través de imágenes y videos de archivo, Filomarino narra sus inicios en la danza, su pasión por la danza contemporánea y su interés por conjugar la expresión artística y el goce estético con la denuncia de problemáticas sociales.

Por último se llevó a cabo el estreno de Ditirambos, proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), donde se ofrece una alegoría a la vida.

 

La coreografía inspirada en las esculturas de Chillida en San Sebastián, se divide en tres partes: La gota de rocío, Las grandes olas y El peine de los vientos.

Creada en 1991, la compañía DramaDanza se ha caracterizado por profundizar en la técnica dancística contemporánea con convenciones y conceptos provenientes del arte dramático y la danza butoh.

Por su parte, Rossana Filomarino ha recibido distintos premios y reconocimientos por su trayectoria artística como la medalla Bellas Artes al Mérito Artístico y el Premio Nacional de Danza “José Limón”.

En tres ocasiones ha sido premiada y becada por el Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) y es Presidenta del Colegio Coreográfico de México.

El programa Danza al filo se presentará nuevamente este sábado 1 de agosto a las 19:00 horas en la sala principal del Palacio de Bellas Artes.

Información: CGP

Documentos

Descarga el Kit de prens