Integrada por 192 piezas, entre cerámica, tapetes, joyería, paneles, elementos decorativos y muestras de caligrafía, la exposición Lo terrenal y lo divino: Arte islámico de los siglos VII al XIX que se exhibe en el Antiguo Colegio de San Ildefonso ha atraído a más de 26 mil visitantes, que han acudido para adentrarse en esa cultura milenaria.

Desde el pasado 25 de junio, cuando fue inaugurada la muestra y hasta el pasado domingo 9 de agosto, 26 mil 465 personas se han sumergido en el arte de la civilización islámica a través de piezas realizadas a lo largo de más de 12 siglos.

Ery Camara, coordinador de Exposiciones y Registro de Obra del recinto, precisó que en promedio se registra afluencia de 500 personas diariamente entre semana, mientras que sábados y domingos la cifra es superior a los mil visitantes. Tan sólo el pasado domingo 2 de agosto mil 150 personas recorrieron la exposición.

En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, destacó que hacía más de 20 años que una muestra de este tipo no venía a nuestro país, luego que en 1994 se realizara la primera exposición de arte islámico, también en San Ildefonso, lo que da cuenta de la rareza de contar con este tipo de manifestaciones culturales en México.

Tras casi un año de gestión se logró que esta selección de 192 obras de piezas decorativas, provenientes de la colección de arte islámico del Museo de Arte del Condado de Los Angeles (LACMA), bajo la curaduría de Linda Komaroff, con piezas elaboradas a lo largo de más 12 siglos provenientes de los territorios que hoy se encuentran en ocho naciones: Marruecos, Siria, Irán, Irak, Egipto, España, Turquía y Afganistán.

En este sentido, Ery Camara aseguró que para “desmitificar lo que sabemos del Islam necesitamos aproximarnos a sus expresiones artísticas y culturales y entenderlo mejor, en lugar de dejarnos llevar por lo que algunos medios nos dicen de extremistas y pequeños núcleos que no representan la civilización islámica.

“Es una herencia universal que no pertenece nada más a los musulmanes, todos podemos abrevar de ellos, tenerlos frecuentemente en la mira nos permite acostumbrarnos y distinguir cuáles son sus cualidades, con estas manifestaciones culturales que más que alejarnos nos acercan”, indicó.

El visitante de la muestra Lo terrenal y lo divino podrá conocer y hacer un recorrido por lo mejor del arte islámico y apreciar por ejemplo, un Retrato verbal del profeta Mahoma y una sección de un mihrab, elemento arquitectónico característico de las mezquitas.

La pieza más antigua de la exposición es un hueso tallado del siglo VII; también se pueden observar paneles de madera tallada, piezas de cerámica y aguamaniles, así como muestras de joyería que eran la dote de las novias.

Sin embargo, la caligrafía es el arte mayor en el Islam, ya que es el medio a través del cual se da el contenido del Corán y se difunde el pensamiento islámico, por lo cual el espectador podrá apreciarla en todo tipo de objetos: pergaminos y lienzos, en la ropa, en elementos arquitectónicos y en la cerámica, con diferentes estilos, según la región.

Lo terrenal y lo divino da cuenta de los logros técnicos obtenidos en la alfarería, pues se observan piezas con tonos metálicos y tornasolados que no son fáciles de conseguir y que se obtienen gracias a la mezcla de metales que se funden al momento de la cocción.

Del arte cerámico, señaló el coordinador de Exposiciones, destacan dos aguamaniles que fueron presentados en 1910 en la primera exposición de arte islámico en Munich y que influyeron en el pintor francés Matisse para ir al Magreb y desarrollar un periodo que es muy reconocido en su producción artística.

En muestras de alfarería, el visitante también podrá reconocer la influencia que tuvieron pueblos tan lejanos como los chinos en su porcelana, en piezas iraníes, así como la influencia ejercida en el arte mexicano, a través de objetos que remiten al tallado de los cuencos que se hace en sitios como Olinalá, Puebla, y la zona del Río Balsas, derivada de la ocupación musulmana de nueve siglos en España y que llegó hasta nuestro país.

La muestra cuenta con una sala dedicada a la batalla, que era el medio de expansión del Islam, donde se muestra la protección que daba la palabra divina, ya que, señaló Ery Cámara, en la cota de malla, “en las partes vitales está la presencia de la palabra, también en los protectores de piernas y el casco. Lo terrenal y lo divino siempre están vinculados en la exposición, lo divino por la palabra y lo terrenal por el traje que trae el guerrero”.

Para contrastar, el visitante pasa luego a una sección dedicada al juego, que al igual que la batalla, requiere estrategia y la cultura islámica fue hábil en ciertos juegos, como el backgammon, del cual se exhibe un tablero finamente elaborado con incrustaciones de marfil y diferentes maderas.

También se pueden apreciar piezas de cerámica provenientes de Iznik, Turquía, centro alfarero de resonancia mundial cuyo estilo fue replicado por los italianos, así como una lápida mortuoria en forma de turbante que “es una obra totalmente antigua, pero parece contemporánea” y que era un signo distintivo de la jerarquía del fallecido, explicó Ery Cámara.

Finalmente, el visitante encontrará la Alfombra de Ardabil, considerada la pieza más importante de la exposición, “por su hechura, su iconografía, su tamaño y su singularidad”, la cual data de 1539 y tiene dimensiones de 7.19 por cuatro metros.

El coordinador de Exposiciones de San Ildefonso precisó que existe una alfombra igual que se encuentra en el Victoria and Albert Museum de Londres, la cual fue creada para un santuario, pues en su diseño presenta una constelación para el momento de realizar el rezo.

Ery Camara comentó que Lo terrenal y lo divino ha tenido buena aceptación, “la gente se ha interesado; es curioso ver que la exposición tiene mucha documentación y la gente la lee, prefiere estar tres horas en las salas o tener los guías ayudándoles a entender la exposición. Eso muestra realmente esta hambre de información que el público tiene y creo que vale la pena hacer el esfuerzo; es una gran inversión para la educación de nuestro público”.

 

Muy interesante y bonita la muestra: visitantes

Por su parte, los visitantes también externaron su punto de vista, a lo cual el profesor José Luis Rodríguez afirmó: Es interesante, conocemos otros países a través de su cultura, entendemos más su religión, su sociedad, su política, su vestimenta, su artesanía que es bonita”.

Además, destacó la importancia de esta exposición “sobre todo porque es parte de nuestra formación cultural también, creo que debería venir más gente porque esto incrementa su acervo cultural. Hay que hacerle promoción con los muchachos universitarios para que vengan a ver otras culturas”.

La señora Lilia Balbuena consideró que la muestra resulta “muy interesante. Primero la historia que hacen del Islam y cómo han representado sus ideas en cerámica, en vasijas, en textiles, en los libros, en la pintura y en todo el arte; es muy artístico, con muchas formas, colores, figuras y reflejan su historia y creencias. Es muy importante porque nos hace conocer mundos lejanos, sin necesidad de desplazarnos”.

Eva Toledano acudió como parte de las actividades de un taller con adultos mayores que cada martes va a visitas guiadas a los museos. Lo terrenal y lo divino, dijo, “es increíble, muy bonita, mucho mejor de lo que esperaba. Todo está precioso y los guías súper bien, la verdad es que saben bastante. Nos vamos bastante contentos”.

Mientras que Abigail Moreno llegó a la exposición por casualidad, “pero creo que fue muy buena casualidad. Me ha parecido muy interesante, me llamó mucho la atención, me trajeron y me encantó porque la cultura es muy variada, lo que estábamos viendo es que no solamente es como una sola cosa, está muy alimentada por todos lados. No se centra en una sola cosa y eso es lo que más llama la atención, que puedes darte cuenta en los tapetes, en la arquitectura que tenían, en su religión que no es cerrada, sino abierta y me llamó mucho la atención”.

Lo terrenal y lo divino: Arte islámico de los siglos VII al XIX abrió sus puertas el pasado 25 de junio y estará en exhibición hasta el 4 de octubre de este año. La admisión general tiene costo de 45.00 pesos, con 50 por ciento de descuento a estudiantes y maestros con credencial y los martes la entrada es libre.

Información: AGB

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