Bajo el título Franz West. Elefante blanco, el Museo Tamayo Arte Contemporáneo presentará, por primera vez en México y Latinoamérica, una exposición individual de este artista vienés, considerado uno de los referentes obligados del arte contemporáneo de las últimas décadas.

 

Un total de 20 piezas, entre esculturas, instalaciones, muebles, collages y adaptives u objetos adaptables se presentarán en este recinto del 11 de junio al 13 de septiembre, con el apoyo de Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

 

Franz West (Viena, 1947) se ha caracterizado por su visión cuestionadora de las fronteras entre el arte y la vida cotidiana, entre el artista y el público. Su obra constituye una invitación para que los espectadores piensen de nuevo en nociones preconcebidas sobre la diferencia entre el arte y la vida, la forma y la función, el espectador y el objeto, así como entre la belleza y la fealdad.

 

Su propuesta no es refinada o “bonita”, sino burda, mundana, visceral, intencionalmente tosca. Su obra no es hermosa en el sentido convencional. Pero la combinación que hace de pragmatismo y pathos (de lo patético o tierno), lo sitúan como un artista de nuestro tiempo.

 

Patrick Charpenel, curador de la exposición, explica el título de la muestra: “El término elefante blanco alude a algo que es excesivo. En esta muestra nos referimos concretamente al desperdicio de espacio o al desgaste de energía: al deterioro de la materia prima aplicada en demasía, o de una acción que va más allá de los límites razonables. Por ello decimos, cuando se produce una obra o un gesto que está fuera de toda proporción humana, que nos encontramos ante un gran elefante blanco”.

 

El público interactúa con su propuesta

 

La obra de West hace un llamado a pensar en los modos en los que el público interactúa física y psicológicamente con el arte, particularmente dentro de un entorno como la sala de un museo, donde usualmente los visitantes no pueden tocar las piezas de la exposición.

 

Las 20 piezas que integran Franz West. Elefante blanco fueron realizadas en metal, papel, alambre y en video, a través de las cuales es posible, literalmente, acercarse a una parte de la extensa producción de esta figura internacional que ha jugado un notable papel en el desarrollo de la creación artística posterior a 1965.

 

El trabajo de West incluye esculturas, instalaciones, muebles, collages y Adaptives u objetos adaptables. Sobresale, como un primer rasgo de la obra de West, la dimensión. En sus inicios eran relativamente pequeñas, pero con el tiempo ha hecho piezas cada vez más grandes, hasta realizar instalaciones al aire libre (puestas en ocasiones en plazas públicas de diversos lugares del mundo), integradas por figuras gigantes que recuerdan formas biológicas o que parecen estar postradas.

 

Otra característica es el uso de materiales desechables y precarios como papel maché, periódico, yeso, aluminio, gasa, cartón, alambre, mismos que a menudo recubre con pintura, ya sea blanca o de colores brillantes.

 

Y un tercer rasgo fundamental de su trabajo es la posibilidad y la invitación para utilizar algunas de sus obras, como sillones y sillas en los que el espectador puede sentarse a contemplar el arte desde otra perspectiva, incluso para que mire el trabajo de otros artistas que forman parte de la pieza. Los Adaptives o adaptables, por su parte, son piezas que el público puede usar a modo de extensión de su propio cuerpo, ya que están pensadas para tomarlas con las manos, abarcarlas con el cuerpo, cargarlas e incluso transportarlas.

 

Es interesante resaltar que aunque las cédulas de las obras de West suelen especificar que éstas pueden ser tocadas, los espectadores se han aproximado a ellas con cautela. Las maneras en las que el público se relaciona con los trabajos expuestos demuestra elocuentemente la idiosincrasia de cada persona. Así, cuando el público interactúa con las obras asume, de acuerdo con algunos analistas, un doble papel: el de espectador y el de parte viva de la pieza de arte. La obra se convierte entonces –señalan esos analistas— tanto en escultura como en performance y collage.

 

Franz West ha participado en Documenta IX y X en Kassel (1992 y 1997), Proyecto Escultórico Münster (1997) y la Bienal de Venecia (1988, 1993, 1997, 2003). En 1997, el Museo de Arte Moderno de Nueva York presentó una muestra individual de su obra.

 

Recientemente el trabajo de West se ha mostrado en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía (Madrid, 2001); en la Whitechapel Gallery (Londres, 2003); Kunsthalle Wien (Viena, 2003); Gagosian Gallery (Nueva York, 2003); Galerie Eva Presenhuber (Zúrich, 2006), y más recientemente, en la Galerie Bärber Grässlin (Viena, 2007); Museum für Angewandte (Viena, 2008); y en el Baltimore Museum of Ar (Baltimore, EU, 2008-2009).

 

Con esta muestra, el Museo Tamayo Arte Contemporáneo del INBA da continuidad a su misión de presentar la obra de importantes artistas contemporáneos cuya propuesta ha sentado precedentes y/o ha redefinido posibilidades de los medios que cultivan. De este modo, la experiencia de los visitantes se nutre con visiones artísticas particulares que amplían las formas de relacionarse con el arte.