Cuando el poder transformador de la poesía toca a los niños y niñas enriquece su vida y les permite ver que hay dimensiones muy valiosas de la vida que se alcanzan por medio de la palabra, afirmó el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa,  al entregar el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2014.

El galardón, creado por la Fundación para las Letras Mexicanas y el Fondo de Cultura Económica, fue recibido por la escritora sonorense Martha Riva Palacio Obón por su libro Lunática.

“Espero que este acercamiento a la poesía, con el libro Lunática,  les abra a ustedes un horizonte y en el futuro sean unos lectores permanentes de poesía y con ello unos seres humanos que valoren la imaginación, que valoren la fantasía y abracen los valores que nos permiten transitar por la vida en paz, que son los valores de la convivencia”, señaló Tovar y de Teresa en la ceremonia realizada en la Biblioteca de México, donde la mayoría de los asistentes eran niño y niñas de la primaria Víctor María Flores de la Ciudad de México.

El titular del Conaculta precisó que no es casual que el premio se entregue en la Biblioteca de México, pues ese es un espacio donde han ocurrido cosas importantes en apoyo a la educación a lo largo de los siglos XX y XXI.

En este recinto del saber y la cultura, hizo un recorrido breve por lo que llamó el hilo del tiempo,  recordó los esfuerzos de José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet y Agustín Yáñez en favor del conocimiento y goce de los libros. Detalló que la primera colección de libros infantiles que se ofreció a una biblioteca de este país fue creada en ese lugar, con 2 mil títulos para niños, por iniciativa de Agustín Yáñez.

En su oportunidad, la ganadora agradeció el premio, el cual consideró una gran responsabilidad. Contó que cuando comenzó a escribir y le preguntaban por qué lo hacía, siempre se trababa y no sabía qué decir.

“Hoy sé que escribo porque necesito hablar de lo que veo y escucho a mi alrededor, porque suceden cosas que me gustan y emocionan, pero también, como a todos ustedes, me suceden cosas que me duelen, enojan y aterran. Porque sé que sólo poniéndole nombre  a los demonios podemos derrotarlos y superar la oscuridad”, agregó la escritora, quien recibió un estímulo económico de 200 mil pesos al participar en este concurso con su trabajo Lunática.

“Escribo para niños y niñas porque en esa edad uno también se enfrenta a batallas cataclísmicas. Es descubrir cuando te sangra la nariz, que por dentro eres roja, que tienes un corazón que si se para te mata, es aullar hasta quedarte ronca. Es reconocer, aquí en voz baja y sin que nadie se entere, que fuiste asesina serial de hormigas y te remuerde la conciencia”, dijo la poeta sonorense quien aclaró que con este libro quiso recuperar la voz de la niña de 9 años que se sentaba a mirar el mundo sobre un muro y que fue ella misma.

Por su parte, Miguel Limón Rojas, presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas, refirió que el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños fue pensado en los niños, porque no nada más son futuro, son presente y a ellos hay que acompañarlos en sus primeros pasos para que la razón crezca en armonía con las emociones.

El Jurado del premio entregado al libro Lunática estuvo integrado por los escritores María Baranda, de México; María Emilia López, de  Argentina, y Federico Díaz Granados, de Colombia.

En la ceremonia de premiación estuvieron Rafael Tovar y de Teresa, titular del Conaculta; Miguel Limón Rojas, presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas; José Carreño Carlón, director general del Fondo de Cultura Económica; María Baranda, en representación del Jurado; Luis Ignacio Sánchez Gómez, administrador federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal, y Eduardo Langagne, director general de la Fundación para las Letras Mexicanas.

Información: ACB

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