El espacio iberoamericano es un entorno de generación de conocimiento para un nuevo tipo de políticas y gestión de la cultura, aseguró el investigador en estudios culturales, Néstor García Canclini, durante su participación en el  Encuentro de Especialistas por la Consolidación del Espacio Cultural Iberoamericano, inaugurado ayer jueves 11 de julio en el Salón de Recepciones del Museo Nacional de Arte (Munal), y que continuará este viernes, cuando se conocerán las conclusiones.

En el encuentro organizado por la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Néstor García Canclini destacó algunos puntos que deben tomarse en cuenta en el informe que se presentará el próximo 13 de septiembre en la ciudad de Panamá ante la Reunión Anual de Ministros de Cultura.

“Todas las esferas de la cultura necesitan replantearse no sólo la forma en que se crea y se apoya la creatividad de los artistas sino la comunicación de los contenidos y las formas de dar acceso”, señaló el académico especialista en el análisis de los temas de cultura.

Néstor García Canclini consideró que la política cultural tiene que colocarse a la altura de los debates de las telecomunicaciones en México, Argentina y muchos países de Iberoamérica, por lo que es necesaria la desmonopolización de los circuitos de distribución ante la actual concentración de la comunicación.

“Si no hay desmonopolización de los circuitos de cine, de exhibición de televisión y todos los bienes digitales no habrá democratización del acceso y de la participación”, destacó el estudioso.

Agregó que otro asunto central que debe tener este documento es el énfasis en el apoyar la investigación en estudios culturales y la presencia de los jóvenes que de acuerdo con datos de la Cepal (Comisión Económica para América Latina) en el 2008, triplican el nivel escolar de sus padres, pero triplican también el nivel de desempleo.

“Gran parte de ese desempleo es cultural y en las comunicaciones, egresados de arte, cultura, gestión cultural, humanidades, que no encuentran espacios y optan por irse del país o terminan manejando un taxi. Si bien han surgido programas de Pymes, pero aún son muy tímidos, tendríamos que hacer énfasis de que esto es vital para el desarrollo integral y transversal de la cultura”, señaló Néstor García Canclini.  

A lo largo del encuentro donde se analizó el desarrollo de las dimensiones del espacio cultural iberoamericano, y en este sentido de las dimensiones jurídica, institucional y económica; diversos especialistas coincidieron con Néstor García Canclini en la necesidad de cooperación, coproducción y codistribución entre los países mediante el intercambio cultural, cambios en materia legislativa y regímenes fiscales para facilitar los procesos de intercambio.

Antonio Tenorio, director general de Radio Educación, emisora coordinada por Conaculta, consideró que la dimensión de la producción, la distribución de las tecnologías y la antigua frontera donde había productores de contenidos y consumidores de contenidos, se ha diluido.

“Hay un acelerado proceso de apropiación –indicó– de las tecnologías digitales, quienes estamos en los medios públicos tenemos que hacer un esfuerzo por entender esta nueva realidad, ya no podemos pensar como en los años setenta”.

De acuerdo con Antonio Tenorio, los contenidos masivos siguen monopolizados y presentan una calidad vergonzante, por lo que existe el derecho de las audiencias a tener contenidos de calidad y contar con estímulos para desarrollarse como prosumidores y no sólo consumidores.

“En ese sentido los medios públicos tienen un papel central y son actores fundamentales en esta transición no sólo porque el tránsito hacia lo digital conlleva la convergencia digital sino porque así se multiplicarían sus canales, además de ofrecer otros servicios como telefonía con un sentido social”, refirió Antonio Tenorio.

El ministro de Educación y Cultura de Uruguay, Ricardo Ehrlich, mencionó que la cultura es también ciencia, lo que permitiría compartir redes, iniciativas y sería un paso conceptual importante en la consolidación del espacio cultural iberoamericano.

“También hay que asumir el desafío del vínculo entre cultura y dimensión ética, eso implica oír las voces que surgen en las sociedades y hacer escuchar nuestras voces, esto está vinculado a la cultura y al desarrollo sostenible… La cultura forma parte central de lo que es la proyección de la construcción social”.

En ese sentido, el director general del Cenart, Álvaro Rodríguez Tirado, dijo que es necesario lograr vínculos más profundos entre el espacio cultural y ese espacio del conocimiento iberoamericano.

Por su parte, la especialista en política y gestión cultural, Lucina Jiménez, explicó que cuando se habla de derechos culturales se refiere a  la capacidad de que los recursos culturales y el patrimonio cultural inmaterial, entre otros, puedan beneficiar, de una manera coherente, junto con la cosmovisión de las diferentes comunidades, a los creadores de estos elementos.

“En Iberoamérica estamos enfrentando una tensión de cómo abordar la gestión y los esquemas de apoyo, protección y al mismo tiempo aprovechamiento sustentable de estos recursos del patrimonio cultural inmaterial”, expresó la académica y analista de temas de cultura.  

Creación de una agencia cultural

En la segunda parte de la discusión, la jefa de la Sección América Latina y el Caribe del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, Nuria Sanz, explicó la importancia de que la Carta Cultural –documento base conformado por el Encuentro de Especialistas por la Consolidación del Espacio Cultural Iberoamericano– tenga un desarrollo prospectivo para  convertirse en un mecanismo de impulso en el tema cultura y desarrollo en el conjunto de las Naciones Unidas.

“Si el documento que se prepara para Panamá pudiera pasar por cada uno de los representantes de los Estados con su embajador de Naciones Unidas sería bien importante”, consideró Nuria Sanz.

El ministro de Educación y Cultura de Uruguay, Ricardo Ehrlich propuso la creación de una agenda-catálogo cultural de Iberoamérica donde se incluyan propuestas como ferias del libro, festivales de artes escénicas, etcétera, como una herramienta para que los distintos actores puedan involucrarse y dialogar.

“A la hora de coproducir hay que plantear un plan de acciones para fortalecer la circulación intrarregional de bienes culturales y se transforme en una acción concreta… Hay que plantear una estrategia de desarrollo desde la dimensión cultural y una agenda económica de la cultura”.

Juca Ferreira, ministro de Cultura de Brasil, agregó que no basta crear un sistema de coproducción: “podemos crear un sistema de cooperación en la gestión, formación artística, hablar de la creación de una economía cultural y crear un sistema de promoción de la producción cultural de Iberoamérica”.

La especialista Lucina Jiménez hizo hincapié en pensar en la creación de un Eramus Iberoamericano(cuerpo común) que permita conectar las experiencias y la producción que se está haciendo desde espacios universitarios, sociedad civil y sistemas educativos.

“Si hacemos eso estaremos creando condiciones más favorables para atender los temas de juventud, inclusión social, socialización de patrimonio y los derechos culturales”, planteó la también exdirectora del Centro Nacional de las Artes.

Por otro lado, Juan Meliá, coordinador Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, aseguró que en el documento se cita que Iberoamérica sea conocida como región en el mundo, sin embargo, argumentó que la realidad es muy distinta.

“En el programa Iberescena entre nuestros especialistas, entre nuestras instituciones y creadores hay una distancia atroz, debemos estimular desde el documento el compromiso y la necesidad de conocernos y reconocernos, mientras eso no pase, no podremos vendernos como región hacia afuera”.

Información: CGP

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