30 de agosto de 1916
Carranza reglamenta el cierre de templos
La jerarquía católica se había opuesto al gobierno de Francisco I. Madero, apoyado el golpe militar de Victoriano Huerta y combatido al constitucionalismo. Por tal motivo, en Nuevo León, Sonora, Jalisco, Tabasco y Yucatán, los jefes constitucionalistas cerraron templos y expulsaron a sacerdotes extranjeros que se oponían a la Revolución. En ese contexto, el Primer Jefe Venustiano Carranza, emitió un decreto en el que estableció que sólo él estaba facultado para clausurar templos, para retirarlos del servicio religioso y consolidar su propiedad, en consonancia con la Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos del 12 de julio de 1859.